Miles de personas se manifestaron este lunes en Buenos Aires en el primer aniversario del ataque de Hamas en suelo israelí el 7 de octubre para exigir la liberación de los rehenes secuestrados por Hamas. En el acto en el barrio de Villa Crespo, convocado por la embajada de Israel junto con organizaciones de la comunidad judía local, la más numerosa de América latina con unos 300 mil integrantes, manifestantes con banderas israelíes y fotos con las caras de los rehenes evocaron a las víctimas.

«Todos los días es 7 de octubre»

«No podía faltar, es una recordación de una de las barbaries que vivió el pueblo judío», dijo Daniel Krimer, un ingeniero de 70 años que se encontraba en Israel visitando a su hija cuando ocurrió el ataque. «Fue para nosotros un golpe de repente de levantarnos y escuchar lo que había pasado, inimaginable», recordó Krimer y señaló que desde aquel día es «mucho más escéptico de que se pueda llegar a algún acuerdo de paz».

En el ataque de Hamas contra Israel fueron secuestradas 251 personas, de las cuales 101 continúan en manos del movimiento islamista. Entre los rehenes de Hamas había 21 argentinos, siete de los cuales siguen desaparecidos, según la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). La ceremonia de este lunes contó con un discurso del embajador israelí en Argentina, Eyal Sela, y además se lanzó la campaña «Todos los días es 7 de octubre», que consistirá en la distribución de carteles en la vía pública para generar conciencia sobre el reclamo del retorno de los rehenes que se encuentran en la Franja de Gaza.

Sela destacó la magnitud de la tragedia al mencionar que 1.200 víctimas fueron asesinadas en el ataque de Hamas. El diplomático también dijo que Israel enfrenta varios frentes de ataque en simultáneo, tanto desde el norte como desde el sur, y advirtió: «¿Qué puede hacer un país que recibe 181 misiles en un solo día? Creo que está en todo su derecho de defenderse».

Familiares de personas que permanecen secuestradas subieron al escenario para encender una vela y acompañar el minuto de silencio, mientras sostenían fotos de sus seres queridos. También se escucharon testimonios de sobrevivientes del Festival Nova, que se estaba realizado en Israel cuando se inició el ataque, y de Itzik Horn, padre de Iair y Eitán, argentinos que hace un año están secuestrados en Gaza.

En la concentración la comunidad judía local expresó su solidaridad con todas las familias afectadas por el ataque del 7 de octubre de 2023, homenajeó a los niños, jóvenes y adultos que fueron torturados y asesinados ese día y repudió lo que calificó como una «barbarie terrorista». Se presentó un spot de 65 segundos con la voz en off del actor Oscar Martínez, que exhibió una serie de escenas propias de la vida cotidiana ante las cuales se referenció sistemáticamente que cada una de ellas es 7 de octubre.

Desde la organización de la masiva convocatoria informaron que el spot «apela a convertir en permanente el peso de la ausencia de los asesinados y los secuestrados en las cuestiones sencillas del día a día», y expresa cómo la sensación de ausencia y dolor que generó la masacre del 7 de octubre se perpetúa mientras haya secuestrados y el dolor por los asesinados y abusados se encuentre aún latente». El acto fue convocado por la Embajada de Israel en Buenos Aires, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), la DAIA, el Congreso Judío Latinoamericano y la Organización Sionista Argentina.

La postura del gobierno

El presidente Javier Milei exigió este lunes la liberación de los rehenes en manos de Hamas. «Nuestro corazón está cautivo en Gaza», escribió Mileien hebreo en su cuenta de X, donde agregó la frase «Tráiganlos a casa» en inglés. La política exterior del gobierno de Milei está alineada con Israel, en tanto el presidente argentino, si bien es de origen cristiano, abraza la religión judía.

La Cancillería argentina reiteró en un comunicado «su más enérgica condena al accionar de esa organización terrorista, así como a toda forma de terrorismo», reafirmó «su solidaridad con el pueblo de Israel ante esa agresión que nunca será olvidada, en particular con sus víctimas y familiares» y reivindicó el «derecho del Estado de Israel a la legítima defensa».

El gobierno argentino expresó, además, su deseo de que «pronto se alcance una solución del conflicto que lleve a la paz», agregó la Cancillería. Argentina sufrió dos atentados contra la comunidad judía, en 1992 contra la sede de la embajada de Israel, que causó 29 muertos, y en 1994 contra el edificio de la mutual judía AMIA, el peor de la historia nacional, que dejó otros 85 muertos.

Marcha propalestina

Antes de la convocatoria de la comunidad judía, decenas de simpatizantes propalestinos exigieron el fin de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, que mató ya a más de 41.900 palestinos, mayoritariamente civiles, según datos del ministerio de Salud de Gaza, que la ONU considera fiables. «Estamos aquí para ser solidarios con el pueblo palestino, para denunciar las atrocidades que se están cometiendo contra ese pueblo por el Estado de Israel, que es un Estado genocida, que atenta contra la vida de un pueblo», declaró Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, en la manifestación en Plaza de Mayo en la que flamearon banderas palestinas y se colocaron pancartas con los nombres de las víctimas.