El presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), Leonardo Rafael, estimó que el precio de la carne registró un aumento de entre 20% y 25% desde septiembre hasta finales de 2025, lo que en promedio representa un encarecimiento cercano a $3000 por corte en los mostradores.

De acuerdo con las últimas referencias del sector, las subas se explican por una combinación de factores que generan presión alcista sobre el mercado interno. Uno de ellos es la falta de stock ganadero, una problemática que el sector arrastra desde hace décadas y que limita la oferta disponible tanto para consumo local como para exportación.
A este escenario se suma la competencia directa con el mercado externo. La exportación, que se paga en dólares, resulta más atractiva para los productores, lo que reduce aún más el volumen destinado al mercado interno y contribuye a sostener los precios en alza.
El tercer factor que influye es el impacto inflacionario. El aumento del valor de la hacienda se traslada cada vez más rápido al precio final en carnicerías y supermercados, generando un efecto directo en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Desde CAMyA señalaron que, de no revertirse las condiciones estructurales del sector, las tensiones sobre el precio de la carne podrían volver a repetirse en los próximos meses.
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