Javier Milei se acerca a rival de Hugo Moyano que busca debilitarlo en el interior

Por debajo del radar y con los vínculos sindicales rotos tras el paro de CGT, el secretario de Trabajo recibió la semana pasada al camionero Sergio Aladio.

Por Mariano Martín

Con el diálogo interrumpido con la CGT y el resto de las centrales obreras, el Gobierno abrió una ventana de negociación con el mayor rival de Hugo Moyano en el sindicato de Camioneros. La semana pasada el secretario de Trabajo, Omar Yasín, recibió en Buenos Aires al secretario general de la seccional Santa Fe del gremio, Sergio Aladio, portavoz de un puñado de referentes de otros distritos disidentes de la conducción de los Moyano. El santafesino, además, impulsa un convenio colectivo en la provincia diferenciado del que rige a nivel nacional y que contiene, por primera vez fuera del sector de la construcción, el fondo de cese laboral que el Ejecutivo promociona para reemplazar las indemnizaciones regulares.

La audiencia de Yasín con Aladio se concretó una semana después de un fallo clave de la Corte Suprema que ratificó la desafiliación que su seccional había resuelto respecto de la Federación de Camioneros. De ese modo puso fin, al menos en lo judicial, a un conflicto que los Moyano arrastran desde hace una década con la conducción de la filial local. Para la jefatura nacional del gremio se trató de un revés de proporciones por ser una seccional de las más numerosas en cantidad de afiliados -cerca de 25 mil- y de la cual históricamente surgía el adjunto de la Federación.

Fue el primer contacto visible de la administración libertaria con un sindicalista de perfil nacional después del paro y la movilización del 24 de enero de la CGT junto con las dos CTA y movimientos sociales. Aladio integra además la Unión General de Trabajadores del Transporte (Ugatt), un sello de menor jerarquía que la CATT (que tiene reconocimiento administrativo como central de gremios de la actividad) pero en la que se destacan los maquinistas de trenes de La Fraternidad y los colectiveros de la UTA. A todos ellos los une su inquina con Hugo y Pablo Moyano.

El santafesino acudió a la reunión con el funcionario que depende del Ministerio de Capital Humano con dos planteos centrales: por un lado, la homologación del acuerdo que firmó en octubre pasado con empresas de la provincia para implementar un acuerdo más «flexible» que el vigente a nivel país. En ese entendimiento se destacan la inclusión de un fondo de despido o cese con aportes de los empleadores, y la creación de una categoría nueva, la de aprendiz de chofer de camiones, con un salario equivalente a la mitad del básico de convenio.

Reclamo de otros sectores que se oponen a jefatura de los Moyano

Aladio también llevó consigo el reclamo de un sector de la dirigencia de Camioneros de otros distritos que también se oponen a la jefatura nacional de los Moyano. Entre ellos el de los recolectores de residuos de Córdoba, que iniciaron un camino similar al de Santa Fe con la desafiliación a la Federación nacional, y el de disidentes de Tucumán, Jujuy y Chaco. El gremialista aspira así a encabezar una secesión masiva respecto del liderazgo del exsecretario general de la CGT con el patrocinio libertario, una gestión que arrancó con el pie izquierdo con el sindicato nacional.

La desafiliación implica en los hechos que los aportes que las empresas retienen del sueldo de sus choferes con destino a la obra social nacional (Oschoca) y a la federación de Camioneros pasan de manera automática al sindicato de base. En un sentido similar Milei dijo en la apertura de sesiones del Congreso que promoverá que las negociaciones salariales puedan desarrollarse en ámbitos de menor jerarquía que el nivel nacional, ya sea provincial o por empresa. Las ambiciones de Aladio y los planes de Milei para los gremios son en este punto concordantes.

«Necesitamos que nuestro nuevo convenio avance. Ya se produjo la homologación tácita por transcurso del tiempo (la firma fue en octubre pasado) pero queremos que se lo registre para que cobre plena vigencia. Dicen que firmamos una flexibilización laboral pero lo que hicimos fue poner blanco sobre negro. En Santa Fe el 92% de las empresas tiene 5 o menos empleados y si no les damos una mano va a ser imposible que sigan laburando», amplió Aladio a este medio. El dirigente aseguró que Yasín dijo estar al tanto de ambos planteos y que los llevará de inmediato a Pettovello: «garantizó una mirada legal, no política», agregó.

El punto más novedoso del acuerdo sellado en Santa Fe es la constitución de l fondo de cese ideado con un aporte empresarial equivalente al 3% del salario mensual bruto de cada trabajador. Al presentarlo Aladio había dijo que el objetivo no era «habilitar despidos sino darle previsibilidad a los empresarios y seguridad laboral a los choferes». «Anulamos un aporte del 3% que antes iba al a Federación y lo derivamos a un fondo que va a ser administrado de forma conjunta por los empresarios y el sindicato. Ese instituto va a mediar en los despidos y eventualmente decidirá si corresponde pagar el fondo al trabajador. Hace dos años que lo estamos estudiando con las mayores compañías de seguro de la provincia junto a fondos de inversión y bancos», precisó en esa oportunidad.

El otro ítem que marca una diferencia sustancial con el convenio nacional 40/89 es la creación de una nueva categoría de trabajadores, la de «aprendiz». «Las empresas van a poder transformarse en escuelas de conductores gracias a la nueva categoría que tendrá salarios y aportes especiales por seis meses. Cedemos las dos partes», explicó el santafesino, quien reconoció que esos trabajadores ingresantes percibirán «alrededor de 50% del salario de un chofer promedio». Además se incluirán facilidades para la contratación de discapacitados en la actividad, la posibilidad por parte del gremio de otorgar «bonos verdes» a los empleadores respetuosos de la ecología y la fijación de jornadas no laborables por mudanza, «día femenino» y estudios.

Fuente: Ámbito

Rivero. C

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