El presidente Javier Milei confirmó que vetará la Ley de Financiamiento Universitario aprobada este viernes en el Senado. “VETO TOTAL”, publicó el primer mandatario en su cuenta de X.
La decisión fue tomada por la mañana, en una reunión que Milei mantuvo en Casa Rosada junto a sus principales colaboradores para realizar un control de daños tras el rechazo de la Cámara alta al DNU que le otorga fondos millonarios a la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) y la sanción del presupuesto universitario.
El proyecto de financiamiento universitario no solo incrementa el presupuesto de las altas casas de estudio, sino que incluye una recomposición salarial para los docentes y no docentes, cuestión que compromete la meta de déficit cero que impulsa Milei. Se calcula que la ley tendría un impacto fiscal de 735.598 millones de pesos, lo que implica el 0,14 por ciento del PBI, según informó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
El libertario confía en tener el respaldo de 90 diputados para sostener el veto si el Congreso quiere revisarlo. Se trata de los legisladores con los que el Ejecutivo acordó -y logró- mantener el rechazo a la reforma jubilatoria en la Cámara baja.
La Casa Rosada busca mantener la alianza con el PRO, MID, Independencia (Tucumán) y con los cinco diputados radicales que se reunieron el martes con Javier Milei y luego acompañaron el veto: Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi.
En Balcarce 50 quieren poder trabajar como un interbloque. Incluso están dispuestos a negociar lugares en las listas para las elecciones de 2025 bajo la condición de que acompañen las propuestas de Nación en toda votación.
Hay además negociaciones constantes con los gobernadores a los que responden los diputados de Innovación Federal: Hugo Passalacqua (Misiones), Gustavo Sáenz (Salta) y Alberto Weretilneck (Río Negro). El bloque se abstuvo en la votación sobre el veto a la ley de jubilaciones.
El Gobierno apuntó esta semana contra Raúl Jalil (Catamarca) por los votos afirmativos de sus diputados para rechazar la medida del presidente. Hubo contactos desde el comienzo de la gestión para acercar posiciones y que sus legisladores rompieran el bloque de Unión por la Patria, pero se frustraron.
En ese sentido, la Casa Rosada apunta a fijar una mesa periódica con diputados y senadores de los bloques aliados para establecer una agenda conjunta y negociar los proyectos antes de que lleguen al recinto. “No hubo coordinación y tuvimos varias derrotas en el Congreso. La idea es que haya un ida y vuelta constante ahora”, expresó a TN colaborador cercano al Presidente.
El Ejecutivo centraliza la negociación en el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, y en los vicejefes Lisandro Catalán y José Rolandi. Incluye también al subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem.
Fuente: ÁMBITO
Por: Graciela Herrera
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