La Comisión Europea retomó la hoja de ruta para concretar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur. En este marco, puso una nueva fecha sobre la mesa: el 12 de enero, con Paraguay como sede prevista para la firma.
La decisión llegó luego del aplazamiento anunciado el día anterior, cuando el Ejecutivo comunitario se vio forzado a postergar la decisión por la presión ejercida por Francia e Italia, que bloquearon el consenso interno necesario.
Javier Milei asistirá a Brasil pese a las demoras del acuerdo UE-Mercosur
El mandatario resolvió asistir a Foz de Iguazú, donde lo recibirá su par Luiz Inacío Lula da Silva. Además, también diran presentes los presidentes de Paraguay, Santiago Peña, y de Uruguay, Yamandú Orsi, y el debutante en este tipo de encuentros Rodrigo Paz, de Bolivia.
También se prevé que durante el encuentro se debata la situación actual entre Estados Unidos y Venezuela, en medio de plena escalada de tensión en el Caribe por el despliegue militar del gobierno de Donald Trump. La delegación argentina denunciará las violaciones a los derechos humanos cometidas bajo el mandato de Nicolás Maduro y reiterarán el pedido de liberación del gendarme Nahuel Gallo.
Acuerdo Unión Europea-Mercosur: tractorazo, incidentes y manifestaciones contra el tratado de libre comercio
Las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur entraron en una recta final que acrecienta las tensiones políticas y sociales en el corazón de Europa. En la previa de la potencial firma, agricultores y ganaderos europeos protagonizaron una protesta de alto voltaje en Bruselas, coincidente con la cumbre de líderes de la UE. En detalle, se realizó un “tractorazo”, se cortaron calles, arrojaron papas y huevos y se disparó pirotecnia, lo que derivó en la intervención policial con gases lacrimógenos y cañones de agua.
El eje del reclamo es el rechazo al acuerdo de libre comercio con el Mercosur, que avanza hacia su posible firma y genera una fuerte resistencia en sectores rurales europeos – sobre todo Francia e Italia – preocupados por el impacto que podría tener sobre su competitividad y sus ingresos. A la vez, en varios gobiernos crece el temor de que el pacto alimente el avance de fuerzas de ultraderecha que capitalizan el descontento del agro.

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