Israel prometió el jueves que seguirá combatiendo a Hezbolá «hasta la victoria» en el Líbano y rechazó un llamamiento de Estados Unidos, la Unión Europea y varios países árabes para un alto el fuego de 21 días. Por cuarto día consecutivo, el ejército israelí bombardeó bastiones de Hezbolá en Beirut dejando al menos 92 muertos y 153 heridos, en tanto que la formación islamista apoyada por Irán volvió a disparar proyectiles contra complejos militares israelíes.

Al menos 70.100 libaneses se encuentran refugiados en los 533 centros de ayuda oficiales repartidos por todo el país. Israel anunció la muerte del jefe de la unidad de drones de Hezbolá, Mohamed Srur, en «bombardeos de precisión» en el suburbio sur de Beirut. La milicia chiita confirmó más tarde esa información. La campaña de ataques de Israel deja un número de víctimas sin precedentes desde la guerra civil libanesa (1975-1990).

«Fue una de las peores noches»

El Ministerio de Salud Pública dijo en una serie de comunicados que en el Líbano los ataques aéreos afectaron principalmente a las poblaciones del sur, donde se registraron 40 muertos, y en las del este, donde se contabilizaron 48, mientras que en el Monte Líbano hubo cuatro fallecidos. El gobierno libanés denunció que Israel lanzó más de un centenar de ataques contra su territorio a lo largo de este jueves, en el marco de la intensa campaña de bombardeos que el Estado judío efectúa desde el lunes en varias localidades del país.

Fadia Rafic Yaghi, una habitante de la localidad de Yunin, un feudo de Hezbolá en el este del Líbano, declaró: «Es indescriptible, fue una de las peores noches de nuestras vidas. Como si solo hubiera un segundo entre la vida y la muerte». El ejército israelí indicó que Hezbolá disparó 80 proyectiles hacia Israel. La milicia chiita anunció en un comunicado que atacó la ciudad israelí de Kiriat Ata, situada a pocos kilómetros al este de Haifa, con cerca de 50 misiles, según recogió la cadena de televisión libanesa Al Manar.

Una brasileña de 16 años murió en medio de los bombardeos de Israel al sur del Líbano, según informaron sus familiares a medios locales este jueves, tras la confirmación del fallecimiento de otro joven, de 15 años, oriundo del sur de Brasil. Los bombardeos israelíes mataron desde el lunes alrededor de 700 personas y dejaron un saldo de más de mil heridos.

En una rueda de prensa, el ministro de Interior libanés, Bassam al Mawlawi, apuntó que los 70.100 refugiados registrados oficialmente están en centros que necesitan suministros. A esa cifra falta agregarle todos aquellos ciudadanos que se albergaron con familiares, amigos o en residencias privadas alquiladas, dijo el ministro. Indicó que el gobierno activará equipos de gestión de crisis en cada provincia del país. .

Desde que empezó la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamas, el 7 de octubre de 2023, al menos 1.540 personas murieron en el Líbano debido a los bombardeos israelíes en el marco de los enfrentamientos transfronterizos con Hezbolá. Los duelos de artillería se intensificaron tras las mortíferas detonaciones de dispositivos de comunicación de miembros de Hezbolá, atribuidas a Israel, el 17 y el 18 de septiembre, y del bombardeo israelí que el 20 de septiembre decapitó a la unidad de élite Radwan del grupo proiraní en un suburbio de Beirut.

Una chance para la diplomacia

Ante la reciente escalada, que amenaza con arrastrar a toda la región a la guerra, Estados Unidos, Francia y otros aliados, incluidos países árabes, lanzaron un llamamiento conjunto para un alto el fuego de 21 días, con el fin de «darle una oportunidad a la diplomacia». Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desestimó enérgicamente el llamado y ordenó a sus tropas seguir combatiendo a Hezbolá «con toda la fuerza necesaria».

Horas después, tras su llegada a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, el propio Netanyahu reiteró que el país seguirá golpeando a Hezbolá con todas sus fuerzas. «No pararemos hasta lograr todos nuestros objetivos y alcanzar la victoria», dijo el premier israelí en un video compartido por su oficina. Los ministros más radicales del gobierno israelí se apuraron a mostrar su contundente rechazo al nuevo borrador, que también abogaba por impulsar una tregua en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes en el enclave.

«No debemos dar tiempo al enemigo con el fin que se recupere y se reorganice para continuar la guerra pasados 21 días», dijo el ministro de Finanzas, el radical y colono Bezalel Smotrich, en la red social X. La ministra abiertamente homofóbica Orit Struck, del partido de extrema derecha Sionismo Religioso y encargada de la cartera de Asentamientos y Misiones Nacionales, dijo que no existe un «mandato moral para un alto al fuego. Ni durante 21 días ni durante 21 horas».

Por el contrario el líder de la oposición, Yair Lapid, urgió a Israel a apoyar la propuesta franco-estadounidense, pero por un periodo de siete días, en lugar de los 21 sugeridos, «para no permitir que Hezbolá rehabilite sus sistemas de mando y control». Israel anunció a mediados de septiembre que el «centro de gravedad» de la guerra iniciada contra Hamas se estaba desplazando hacia la frontera con el Líbano. Su meta, según afirmó, es asegurar el retorno a sus hogares de decenas de miles de habitantes del norte, desplazados por las hostilidades con Hezbolá.

Una guerra total «devastadora»

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, advirtió que «una guerra total sería devastadora para Israel y el Líbano» y aseguró que un alto el fuego en Beirut podría contribuir a alcanzar un acuerdo de tregua en Gaza. Mientras tanto Hezbolá prometió seguir combatiendo a Israel «hasta el fin de la agresión en Gaza». El ministerio de Exteriores egipcio denunció una «escalada de la agresión israelí en el Líbano» que ·expondrá a los pueblos de la región a consecuencias peligrosas difíciles de controlar».

El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, pidió el miércoles a sus soldados que se prepararan para una «posible» ofensiva terrestre en el Líbano. El ministerio israelí de Defensa anunció el jueves que obtuvo un nuevo paquete de ayuda militar de Estados Unidos, por 8.700 millones de dólares, «en apoyo al esfuerzo militar» del país.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo este jueves que teme que Israel inicie una invasión terrestre en el Líbano en el marco de la escalada de tensión en Medio Oriente. Preguntado por si el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se convirtió en un peligro para el mundo, Borrell advirtió en una entrevista en Cadena Ser que «desde luego» la guerra en el Líbano sería una «amenaza terrible» para la seguridad y para la paz en la región «y eso, que es quizá el objetivo, arrastraría a Irán».

El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, sostuvo que Israel y sus aliados son los «mayores terroristas del mundo», ya que están matando a palestinos y libaneses inocentes. Al final de su visita de tres días a Nueva York, donde asistió a la 79ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Pezeshkian denunció que «el régimen sionista y sus partidarios son los mayores terroristas porque usan con ligereza sus herramientas y su poder para bombardear a los inocentes en Gaza y el Líbano y destruir sus hogares».

Además del recrudecimiento de los enfrentamientos con Hezbolá, Israel prosigue  su ofensiva en Gaza, donde la Defensa Civil afirmó que 15 personas murieron en el bombardeo de una escuela que acogía a personas desplazadas en el campo de Jabalia, en el norte. Ese conflicto estalló con el ataque de Hamas el 7 de octubre, que dejó 1.205 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la agencia AFP basado en cifras oficiales israelíes que incluye a los rehenes que murieron o fueron asesinados en cautiverio en Gaza.

De las 251 personas secuestradas 97 siguen en Gaza, 33 de las cuales han sido declaradas muertas por el ejército. En represalia Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza que deja hasta el momento 41.534 muertos, la mayoría civiles, según datos del ministerio de Salud del gobierno de Hamas, considerados confiables por la ONU.