Intentó incendiar la casa de su expareja y terminó condenado: “Pudo haber sido una tragedia”

Víctor Hugo Torres recibió dos años de prisión condicional tras admitir que desobedeció una restricción perimetral y provocó un incendio en la vivienda de su expareja en Chimbas. El fuego fue controlado por vecinos y Bomberos antes de que se extendiera.

La Justicia condenó este martes 9 de diciembre de 2025 a Víctor Hugo Torres, un hombre con antecedentes de violencia de género, a dos años de prisión en suspenso por intentar prender fuego la casa de su expareja en Chimbas. La sentencia fue dictada por el juez Federico Rodríguez, luego de que el imputado reconociera los hechos en un juicio abreviado acordado entre las partes.

La fiscal de CAVIG, Florencia Pons, explicó durante la audiencia que la pareja mantuvo una convivencia de más de dos décadas y tuvo cuatro hijos, hoy de 9, 22, 25 y 27 años. La mujer había denunciado numerosos episodios de violencia física y psicológica, tanto hacia ella como hacia los hijos. Por esa razón, sobre Torres pesaban restricciones de acercamiento que nunca cumplió.

El episodio que derivó en la condena ocurrió el 11 de noviembre, pasadas las 22, cuando una fuerte discusión motivó la intervención policial y el hombre fue retirado de la vivienda. Sin embargo, minutos más tarde regresó pese a la prohibición vigente, tomó prendas de la mujer, las arrojó a un descampado y se retiró nuevamente.

Instantes después, los ocupantes del domicilio percibieron un fuerte olor a humo. Al revisar las habitaciones, encontraron una cama y parte del mobiliario envueltos en llamas. La rápida acción de vecinos y Bomberos evitó que el incendio avanzara y causara daños aún mayores. La investigación determinó que el fuego fue provocado de manera intencional, y que Torres había regresado exclusivamente para iniciarlo.

Durante el proceso, una de las hijas del condenado declaró que su padre llegó a la casa en estado de ebriedad y bajo presunto consumo de estupefacientes. Relató que la víctima le pidió que se retirara por temor a su actitud agresiva, temor que luego se vio confirmado con el ataque incendiario.

Torres fue representado por el defensor oficial Germán Riveros, mientras que Pons sostuvo la acusación. Finalmente, el juez Rodríguez lo condenó por dos hechos de desobediencia judicial y por tentativa de incendio. Dado que se trata de su primera condena, la pena quedó en suspenso, aunque se le impusieron estrictas reglas de conducta: fijar domicilio, abstenerse de acercarse o comunicarse con la víctima y cumplir sin excepciones todas las medidas vigentes.

El caso expuso un historial prolongado de violencia familiar que, según evaluaron desde CAVIG, pudo haber terminado en una tragedia de no ser por la intervención inmediata de los vecinos y el personal de Bomberos.

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