Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) se reunieron ayer en Kiev en una primera cita “histórica” fuera de las fronteras del bloque, para mostrar su “solidaridad” con Ucrania.
“Estoy seguro de que Ucrania y el mundo libre pueden ganar este enfrentamiento. Pero nuestra victoria depende directamente de nuestra cooperación”, sostuvo ante los cancilleres europeos el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, citado en un comunicado de la presidencia.
Ucrania obtuvo el estatus de candidato a la UE en junio de 2022, sin establecer un calendario fijado.
La nueva embajadora de la UE en Ucrania, Katarina Mathernova, durante una entrevista a un medio ucraniano publicada el viernes, estimó que una adhesión del país en 2030 es un objetivo “realista”.
Los 27 miembros de la UE se mantuvieron mayormente unidos en su apoyo a Ucrania, imponiendo 11 rondas de sanciones a Rusia y gastando miles de millones de euros en armas para Kiev.
Sin embargo, el temor de que aparezcan grietas en el bloque aumenta a medida que también lo hace la preocupación por el apoyo de Estados Unidos, principal respaldo de Kiev.
A Hungría, aliado principal de Rusia en la UE, podría sumarse Eslovaquia después de que el populista Robert Fico, que se opone a seguir apoyando a Ucrania, ganase las elecciones este fin de semana.
También hubo tensiones entre Kiev y algunos de sus apoyos más estridentes en el este de Europa, sobre todo Polonia, por la llegada de grano ucraniano a sus mercados.
“El hartazgo del apoyo completamente absurdo al régimen de Kiev aumentará en varios países”, aseguró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La ministra de Relaciones Exteriores de Francia, Catherine Colonna, abordó el tema destacando que la reunión en Kiev es “un mensaje para Rusia” de la determinación del bloque a apoyar a Ucrania a largo plazo.
“Vamos a estar aquí durante mucho tiempo”, dijo a los periodistas.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Hungría, Polonia y Letonia no asistieron a la cumbre, declaró un funcionario del gobierno ucraniano.
En junio, Kiev lanzó su esperada contraofensiva, pero admitió que su progreso es lento ante las fortificadas defensas rusas.
Ucrania pide más armas occidentales, especialmente misiles de largo alcance, para recuperar territorios ocupados por las fuerzas rusas.
Las autoridades advirtieron que Rusia ha reanudado una campaña sistemática de ataques aéreos contra las infraestructuras energéticas de Ucrania, una estrategia que el año pasado dejó a millones de personas sin calefacción ni agua durante largos periodos.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, pidió la puesta en marcha de un “plan de protección invernal” para que Ucrania haga frente a estos ataques.
Por: Rodo Galdeano
Fuente: Ámbito
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