Con la inflación acumulada del 2023 alcanzando un preocupante 211,4%, los hábitos de consumo alimentario en San Juan han experimentado cambios significativos. En un contexto donde los salarios no logran seguir el ritmo de la inflación, la preferencia por verduras «llenadoras», como la papa y el camote, se ha vuelto una tendencia marcada.
La presidenta de Amas de Casa del País de San Juan, Laura Vera, confirmó que este cambio en los hábitos de compra se venía observando desde hace tiempo, pero se ha acentuado en las últimas semanas debido al rápido crecimiento de la inflación. La elección de verduras como la papa y el camote, que proporcionan mayor saciedad, se ha vuelto más común, mientras que las frutas tienden a ser dejadas de lado.
Según Vera, las familias con ingresos mensuales compran frutas principalmente al principio del mes, cuando perciben sus salarios. Lo mismo ocurre con los beneficiarios de las ayudas sociales del Estado, que se abastecen al recibir la asistencia. A medida que avanza el mes, las compras se centran en verduras llenadoras que se pueden cocinar de diversas formas, centrando la alimentación en carbohidratos y dejando de lado otros nutrientes esenciales.
Osvaldo Recio, presidente de la Asociación de Chacareros, señaló que el poder adquisitivo golpeó la venta de frutas y verduras, ya que ahora la gente decide comprar en menor cantidad. A pesar de la disminución de los precios en las verdulerías, la gente compra solo lo justo y necesario, cambiando sus hábitos de consumo.
Este cambio en los patrones de compra se produce en un contexto donde la oferta y la demanda impactan los precios. La gente compra menos, lo que lleva a una disminución de los precios en las verdulerías, pero también a una dieta más centrada en alimentos llenadores como la papa y el camote.
Aunque estas elecciones son una respuesta a la crisis económica, los expertos en nutrición destacan la importancia de mantener una dieta variada y equilibrada para garantizar la ingesta de nutrientes esenciales. Aconsejan buscar estrategias, como optar por segundas o terceras marcas, para hacer frente a la crisis sin comprometer la calidad nutricional de la dieta.
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