Impactante crecimiento de las importaciones textiles desafían a la industria local
Entre enero y febrero de este año, llegaron al país 23,3 millones de prendas, con un valor de u$s90 millones.

China sigue siendo el principal proveedor de ropa importada, representando el 80% del volumen total de importaciones.
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El comunicado de la UIA ante la baja de impuestos a la importación
La Unión Industrial Argentina (UIA) expresó su preocupación por la decisión de la administración de Javier Milei, en cuanto a la baja de aranceles a las importaciones de productos textiles.
En el escrito, detallaron: «Es preocupante que la agenda de integración comercial no esté acompañada de una agenda de competitividad dentro del país. En los últimos meses la UIA ha advertido sobre la necesidad de atender las cuestiones que dificultan la competencia desleal y propuesto un camino en pos de nivelar la cancha frente a las desigualdades generadas por el llamado costo argentino».
«La industria textil, de indumentaria y calzado se encuentra entre los principales empleadores en provincias como Buenos Aires, Catamarca, CABA, Santiago del Estero y Tucumán, y se estima que de los 30 mil empleos industriales perdidos durante el último año, más de 10 mil corresponden a esa cadena. Esta pérdida del empleo, sumada a un aumento de la informalidad, podría acelerarse frente a una apertura indiscriminada sin antes equilibrar las condiciones locales», agregaron.
Remarcaron que en enero, el rubro textil registró un aumento de precios del 0,6% mientras que la indumentaria de producción textil aumentó un 1%. A raíz de esto, el aumento de prendas de vestir y calzado en IPC en febrero dio 0,4%, muy lejos del incremento de precios de otros sectores de la economía.
«Adicionalmente, los sectores textil e indumentaria están especialmente afectados por los problemas de comercio ilegal, contrabando y falsificación marcaria, entre otras. Del último relevamiento del CEU-UIA, un 33% de las empresas relevadas afirmaron que el contrabando las afectaba negativamente, llegando al 80% en el caso de las empresas del sector textil, indumentaria y confecciones», explicaron.
Y cerraron: «Finalmente la UIA insistió en la necesidad de tener una coordinación entre la agenda de competitividad y la integración comercial para no seguir profundizando la caída de la producción industrial y el empleo, en especial mediante la baja de impuestos nacionales, provinciales y municipales».
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