Hoy se conocerá la inflación de julio y en lo que va de este mes el impacto de la suba del dólar en los precios es bajo

Las consultoras no detectaron un salto pronunciado en las góndolas tras el 14% de escalada del tipo de cambio pero el IPC se proyecta con un piso de 2 por ciento. Las empresas aseguran que no tienen margen para aumentar

El impacto en los precios de la suba del dólar en los primeros días de este mes fue mucho menor al 14% de escalada que el tipo de cambio acumuló a lo largo de julio, y las consultoras que hacen seguimientos semanales de inflación prevén que el IPC de agosto tendría un piso de 2 por ciento.

Mientras tanto, el Indec dará a conocer este miércoles la inflación de julio. El dato, según estimaciones privadas estará por debajo del 2 por ciento (el REM, el relevamiento del Banco Central, dio 1,8 por ciento).

El traslado a los precios al consumidor de la fuerte volatilidad cambiaria de las últimas semanas –que se atemperaron desde agosto luego de una suba de las tasas de interés en pesos y otra serie de medidas del Gobierno para restringir la cantidad de pesos– tiene ya sus primeros números concretos en los relevamientos de mercado.

Las distintas consultoras y centros de estudios que miden inflación semanal observaron realidades dispares, que responden a diferencias de metodología y de alcance de sus muestreos: desde cierta estabilidad de precios hasta un salto abrupto de 2% en una sola semana. El consenso, por lo pronto, es que la suba del dólar de julio no presionó en la misma proporción al resto del ecosistema de precios.

Entre las explicaciones que brindan en el mercado y entre las empresas de consumo masivo y de otros rubros como los industriales, se menciona que el principal es el temor a aplicar aumentos que no sean convalidados luego por el consumidor. Es el argumento que esgrimen en el Gobierno (y que Javier Milei reiteró en una nota publicada en la web del Banco Central bajo el precepto “Menger vigila”) pero que fue reiterada en distintas cámaras empresarias consultadas por Infobae.

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Desde una de las principales que integran el Grupo de las 6 mencionaron: “No hay traslado a precios generalizado y los que hay son muy menores”. Plantean, además, que el consumo “está planchado” y que las posibilidades de quedarse sin mercado ante aumentos no convalidados es alto. “Nadie puede salir a arriesgarse y decir ‘aumento 5% o 10%’, eso antes era parte de la inercia. Ahora si encontrás un aumento (como consumidor) pateleás, no hay margen para aumentar precios”, definió un hombre del universo mercantil.

Una de las cámaras que registró que el consumo masivo no levanta es la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), con números de julio que marcaron una caída de 2% interanual y de 5,7% mensual. En la entidad señalan a las compras courier desde el exterior -principalmente con la explosión de las plataformas de ventas chinas- pero aseguran que ya no se trata de casos puntuales o de anécdotas de experiencias de compras puerta a puerta, sino que ya hablan de un impacto en los números globales de consumo.

Salvador Femenia, directivo y vocero de CAME, asegura que “en el sector pyme no hay chance” de trasladar el aumento del dólar a los precios. “Hay mayores costos fijos por el aumento de tarifas y no lo podemos trasladar, imaginate una suba directa que impacte en los alimentos es imposible. No hay más margen para seguir absorbiendo aumentos sin trasladarlos”, dijo en diálogo con Ecomedios.

Desde otra empresa grande de consumo masivo también mencionaron el mismo punto: en la última parte de la cadena los aumentos pueden ser “contenidos” por el temor a vender menos -y por esa razón no llegan a traducirse en las góndolas de los supermercados- pero que “aguas arriba” las presiones para aumentar son más grandes. “Hay proveedores de insumos que enseguida llaman para trasladar”, resoplan.

Plásticos, colorantes o incluso un producto primario como la leche experimentan un aumento inmediato de precios por los movimientos cambiarios. En el caso de la leche, el hecho de que no paguen más retenciones hace que el precio de exportación sea el mismo para el mercado local.

“Sí hay un cimbronazo por el ‘dólar planificado’. Las compañías proyectan el valor del dólar para tener en claro el valor de los costos, lo proyectamos en base a datos del mercado o consultoras. Julio hizo reprogramar los costos, la cantidad de pesos para pagar insumos es distinta”, mencionó otro hombre de negocios.

Las consultoras que hacen seguimiento de precios semanales observaron fenómenos dispares. Por un lado, el número más bajo lo registró Analytica, que observó un movimiento de solo 0,1% semanal entre alimentos y bebidas. Econviews reportó 0,2% en esos días. EcoGo, por su parte, midió 0,6% de inflación semanal en su última actualización.

Para Equilibra, por caso, hubo un aumento general de precios de 1% en comparación con la semana previa. Este dato, que es el mayor incremento registrado para la primera semana de agosto desde marzo, estuvo principalmente impulsado por los precios de los bienes regulados, que aumentaron un 2 por ciento.

Según los relevamientos de Equilibra, basados en más de 130.000 precios de 85% de los rubros que conforman el IPC Nacional, esta aceleración en los precios refleja un comportamiento heterogéneo. Si bien la inflación núcleo, que excluye alimentos y bebidas, se incrementó en un 0,9%, se observó un mayor repunte en los rubros no alimenticios, especialmente aquellos con un alto componente importado. Entre los productos más afectados figuran los autos, productos de limpieza, cuidado personal, libros y medicamentos.

Mientras que el impacto en alimentos y bebidas fue relativamente moderado, con subas puntuales en productos como azúcar, golosinas y aceites, otros sectores, como la carne, la indumentaria y los celulares, se mantuvieron más estables. Este comportamiento estaría relacionado, aseguran, con “factores de demanda, estacionales y la apertura comercial” que moderan las expectativas de precios. El informe advierte que se deberá seguir de cerca la evolución de los precios de carnes e indumentaria, dado su peso dentro del índice general. De mantenerse la tendencia sin sobresaltos, se proyecta que la inflación de agosto se ubicará entre el 2% y 2,5 por ciento.

Por su parte, LCG destacó que los precios de alimentos y bebidas, que habían mostrado una desaceleración en las últimas semanas, aumentaron un 2% en la primera semana de agosto, lo que contrasta con las cuatro semanas consecutivas de desaceleración previas. A nivel mensual, la inflación promedio en las últimas cuatro semanas fue de 0,8%, con un incremento de 1,5% en la medición entre puntas.

Fuente: Infobae

Rivero. C

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