Hiperregalía, el fenómeno que puede producir insatisfacción en la infancia

Psicólogos y pedagogos advierten sobre las consecuencias de una tendencia creciente. Sugieren estrategias para fomentar una crianza más equilibrada.

 

La Navidad y los Reyes Magos suelen traer alegría y expectativa a los hogares argentinos, pero también plantean una preocupación creciente entre especialistas: el exceso de regalos para los más chicos. En muchos casos, los niños reciben una avalancha de juguetes que, lejos de aumentar su felicidad, puede generar frustración y desapego.

Cuando más no es mejor

La psicóloga española Sara Tarrés observa un fenómeno cada vez más común: “Vemos niños que reciben entre 15 y 20 regalos y los abren uno tras otro, sin apenas detenerse a disfrutarlos”. Este tipo de “hiperregalía” puede tener consecuencias en el desarrollo emocional y en la capacidad de valorar lo que poseen.

Según el psicólogo y orientador educativo Juan Vicente Blázquez, regalar “demasiado” tiene una clara consecuencia principal: la hiperestimulación. Ante los montones de juguetes, los niños tienden a cambiar constantemente de estímulos, no trabajando así la concentración y la atención. “No paran a disfrutar”, explica.

La presidenta del Colegio de Pedagogos de Cataluña, Victoria Gómez, destaca la importancia de priorizar juguetes que estimulen la creatividad y fomenten el tiempo compartido en familia. “Nuestros hijos no recordarán cuántos juguetes tuvieron, pero sí las horas que jugaron con nosotros”, subraya.

Recomendaciones para un equilibrio saludable

Limitar la cantidad de regalos: se recomienda no más de cuatro regalos por niño. Esta práctica fomenta la gratitud y permite que cada obsequio tenga un significado especial.

Regalos que promuevan la creatividad: juegos de construcción, artísticos o de mesa estimulan habilidades y fortalecen el vínculo familiar.

Tiempo de calidad sobre cantidad de objetos: participar activamente en el juego con los chicos es fundamental para su desarrollo emocional y cognitivo.

La psicóloga española y experta en desarrollo de la autoestima desde la infancia, María Calle, advierte que el exceso de juguetes también puede derivar en una mentalidad consumista. “Cuando los niños reciben regalos en exceso, pierden la capacidad de ilusionarse y valorar lo que tienen”, explica.

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