Fiebre por el dólar: los ahorristas compraron u$s3.041 millones en julio, segundo dato más alto en al menos 18 años
La mayor demanda de divisas se dio tanto por las vacaciones de invierno como por la volatilidad financieras generada a partir del desarme de las Lefis.
Cepo liberado para personas humanas, ¿y para empresas?
Con estos números, la Formación de Activos Externos (FAE), usualmente asociada a la “fuga de capitales”, fue uno de los tres grandes grifos de salida neta de dólares, junto a la deuda pública y las importaciones de servicios. Al contemplar todos los componentes de la FAE, y no solo la compra de billetes, el saldo negativo fue de -u$s5.807 millones.
Casi la mitad de ese monto correspondió al ítem de “otras inversiones”, que contabiliza compras en cuentas del exterior. Sobre este punto, Moldovan explicó que “puede asociarse a compras que abastecen la elusión del cepo sobre empresas y complican la gestión cambiaria“.
“El propio informe del BCRA dice que los importadores cancelaron deuda comercial comprando CCL por u$s1.400 millones. La oferta de dólares que sostiene la brecha baja con esta demanda en los mercados financieros la ponen personas humanas que compran divisa y hacen el rulo con el CCL. De alguna manera el propio informe te dice que el cepo corporativo tiene filtraciones”, acotó el economista.
Pagos de deuda y turismo, los otros dos grandes grifos de demanda de dólares
En cuanto a la deuda pública, los egresos netos representaron cerca de u$s3.200 millones, fundamentalmente como consecuencia del pago semestral de los Bonares y los Globales. Estos pagos fueron la principal razón de la caída de reservas en u$s1.107 millones durante el mes en cuestión, los cuales fueron parcialmente compensados vía ingresos de compra de dólares del Tesoro Nacional, ingresos netos de organismos internacionales y aumento de tenencias en moneda extranjera.
Respecto de los servicios, la balanza fue deficitaria en -u$s928 millones. El resultado fue, nuevamente, explicado en su mayor parte por la dinámica del turismo, que arrojó un “rojo” de u$s963 millones.
El receso de invierno se hizo sentir en la cuenta de “Consumos de bienes y servicios pagados con tarjetas, viajes y transporte de pasajeros”, ya que la demanda neta fue la más alta desde enero (otro mes con fuerte incremento estacional por vacaciones) y un 51,9% superior a la del mismo mes de 2024.
El superávit en bienes marcó un récord en la era Milei, gracias a la baja transitoria de retenciones
Asimismo, la balanza de bienes arrojó un superávit de u$s3.887 millones, el más alto de la era Milei, y récord desde septiembre de 2022, mes del primer “dólar soja” implementado por la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía.
La cifra triplicó al superávit informado por el INDEC. “Esta diferencia se debe a ingresos anticipados por cobros de exportaciones, dado que los últimos días de junio estuvieron marcados por un alto registro de DJVE, producto del fin de la rebaja transitoria de retenciones“, explicó al respecto la consultora Equilibra.
Frente a ese escenario, los ingresos del sector de “Oleaginosas y cereales” duplicaron al del mismo mes del año pasado. Por ende, el saldo positivo fue generado fundamentalmente por el agro, con un aporte de u$s5.619 millones. En contraposición, la industria arrojó un déficit de u$s1.756 millones.

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