Fernández defendió la reforma hídrica y pidió agilizar los fondos: “Necesitamos ejecutar rápido”
La discusión sobre el manejo del agua en San Juan se acelera y el Gobierno provincial busca darle un giro clave a la Ley de Emergencia Hídrica, que será tratada mañana en Diputados.
En ese contexto, el ministro de Producción, Gustavo Fernández, explicó por qué la gestión impulsa cambios que permitan al Departamento de Hidráulica acceder con mayor rapidez a los recursos aportados por los regantes, usados para mantenimiento, reparación de compuertas, monda de canales y obras menores esenciales para la eficiencia del sistema.
Fernández aseguró que el problema no radica en la falta de fondos, sino en la lentitud del circuito administrativo. Señaló que los aportes —conocidos como Fuente 2— quedan disponibles, pero no siempre pueden ejecutarse con la velocidad que demandan los productores. Afirmó que la reforma busca destrabar ese cuello de botella y que el plan de trabajo ya fue acordado con todas las Juntas de Riego. “Tienen que darnos herramientas para ejecutar rápido”, insistió.
El debate llega en medio de fuertes cuestionamientos del sector productivo, que denuncia una subejecución preocupante. Según expusieron en la Legislatura, Hidráulica habría recaudado cerca de $16.000 millones este año, pero solo habría utilizado alrededor de $3.000 millones en obras. En distintos departamentos señalan demoras en reparaciones básicas y falta de mantenimiento que agravan la crisis. Productores de pistacho, vid, olivo y ajo advierten que ya sufren pérdidas y exigen respuestas más ágiles y transparentes.
El panorama se complica aún más por las proyecciones para la temporada hídrica 2025-2026. Las estimaciones oficiales anticipan un derrame mínimo del río, con valores que oscilan entre 950 hm³ y 773 hm³. Este escenario obliga a maximizar la eficiencia y resolver urgencias operativas sin demoras.
Mañana, la Legislatura deberá decidir si aprueba la reforma y si prorroga la emergencia hídrica hasta fines de 2026. Para el Gobierno, la votación es clave para acelerar intervenciones menores y actuar con rapidez en plena crisis. Para los productores, será la oportunidad de comprobar si el Estado puede transformar los recursos disponibles en soluciones concretas antes de que la sequía vuelva a impactar con fuerza.
POR LIC. EUGENIA VILA
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