Expectativa moderada: el Gobierno flexibiliza controles pero el ingreso de dólares sería limitado

El Gobierno asegura no haberse fijado una meta de ingreso de divisas con el nuevo régimen tributario, pero el mercado prevé un impacto moderado sin incentivos concretos.

Con la implementación de un nuevo régimen de control fiscal más laxo, el Gobierno busca generar condiciones que alienten el ingreso de dólares al sistema financiero, aunque evita proyectar una cifra concreta. En una economía donde se estima que los argentinos conservan unos USD 193.000 millones fuera del circuito formal —ya sea en efectivo o en cuentas offshore—, el desafío es captar parte de ese capital, aunque el impacto inicial parece acotado.

Desde el mercado financiero, los analistas coinciden en que las medidas anunciadas no bastan por sí solas para producir un flujo significativo de divisas hacia el sistema. Para Adcap Grupo Financiero, cualquier remonetización en dólares será “probablemente marginal en el corto plazo”, y remarcan que solo un régimen de información más flexible, combinado con mayores rendimientos en depósitos en dólares, podría actuar como “un modesto incentivo”.

En la misma línea, desde Puente afirman que “aún no se observan medidas específicas vinculadas al mercado de dólares”, y advierten que sin una baja en la presión tributaria, el efecto sobre la evasión será limitado. Tampoco se espera un impacto inmediato en la cotización del dólar ni en la oferta del mercado cambiario, aunque sí podría verse una suba en los depósitos en moneda extranjera, lo que a mediano plazo mejoraría las reservas del Banco Central.

La clave estaría en liberar el llamado “consumo reprimido”, concepto que refiere a las trabas informativas que desincentivan la utilización de fondos fuera del radar fiscal. Con ese objetivo, ARCA (ex AFIP) modificó los umbrales mínimos para que bancos, billeteras virtuales y otras entidades reporten movimientos financieros. A partir del viernes, solo se informarán transferencias bancarias mayores a $50 millones para personas físicas y $30 millones para jurídicas, al igual que extracciones, consumos e inversiones que antes eran reportadas por montos significativamente menores.

También se elevó el límite para compras como consumidor final: ya no será obligatorio identificarse por pagos en efectivo superiores a $250.000 o con tarjeta por encima de $400.000, sino que ahora ese umbral será de $10 millones, sin necesidad de justificar previamente.

Aunque el potencial de ingreso de dólares es alto, por ahora no se traduce en un impacto concreto. Sin incentivos específicos ni señales claras hacia una mayor previsibilidad fiscal y financiera, los expertos coinciden en que el efecto del nuevo régimen será limitado en el corto plazo, aunque deja la puerta abierta a un proceso gradual de formalización.

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