Euforia en Wall Street: tiene mejor arranque de un año electoral desde 1996, ¿burbuja o impulso histórico?

Los tres índices de la plaza neoyorquina operan en máximos y en un año electoral, por lo que Ámbito consultó a los expertos para saber cómo sigue la dinámica en Wall Street, con la polarización a la orden del día y una Reserva Federal que podría tardar en recortar las tasas.

Uno de los principales índices de referencia del mercado de valores de Estados Unidos cumplió el jueves su mejor inicio de negociación en un año electoral. Se trata del S&P 500, pues en la víspera, se cumplieron los primeros 100 días de operaciones bursátiles en 2024. El dato se desprende de Dow Jones Market Data, que recopila información desde 1928.

De cualquier manera que se analice, es un arranque históricamente fuerte para el New York Stock Exchange (NYSE). Basándose en datos desde 1950, el S&P 500 presenta, en promedio, una ganancia del 3,6% en los primeros 100 días de negociación del año.

Y aunque el rendimiento pasado no garantiza resultados futuros, los datos indican que ganancias del 10% o más en los primeros 100 días de negociación han sido seguidas por una ganancia promedio del 8,6% y un aumento mediano del 10% durante el resto del año. Así, el S&P 500 cerró el año al alza el 85% de las veces, incluidas las últimas nueve.

Esto contrasta con una encuesta reciente de Harris-Guardian que muestra que el 49% de los estadounidenses considera que las acciones no han tenido una performance sólida en lo que va de 2024.

Pero como bien sostiene el economista Santiago Ruiz Guiñazú en declaraciones a Ámbito, a pesar de estar en máximos, hay que tener en cuenta que la economía estadounidense seguirá sosteniendo los niveles actuales de las acciones. El analista sostiene que la temporada de balances reflejó en la mayoría de los casos resultados «por encima de lo esperado y el último dato de precios al consumidor fue alentador» en cuanto a que la Reserva Federal (Fed) pueda bajar la tasa de interés.

En cuanto a la contienda electoral, Ruiz Guiñazú recomienda mantenerse atentos, pues prevé nuevamente una fuerte polarización entre Donald Trump y Joe Biden. «Eso, más el aumento del déficit fiscal que está llevando adelante EEUU, más la decisión de la Fed respecto a las tasas» son temas que un inversor debe seguir de cerca porque la inflación aún sigue lejos de la meta del 2%, desliza.

La fiebre alcista se toma Wall Street

No obstante, cabe destacar que otros índices importantes también ostentan un fuerte rally. El Promedio Industrial Dow Jonesha escalado un 5,7% en lo que va del año, su mejor tramo desde una ganancia del 12,1% en 2021, cuando continuó añadiendo un 5,9% durante el resto del año. Este índice está en camino a su mejor desempeño en un año electoral durante los primeros 100 días desde 1996, cuando subió un 12,9% y luego añadió otro 11,6% durante el resto del año.

De acuerdo con los datos de Dow Jones Market Data,desde 1950, el Dow registra una ganancia promedio del 3,8% en los primeros 100 días de negociación de un año. Cuando ha subido más del 5% en ese periodo, ha tenido una ganancia promedio del 7,3% durante el resto del año. La ganancia mediana ha sido del 6,2%, con el índice avanzando el resto del año el 85,3% de las veces.

Y es que de acuerdo con Federico Victorio, cofounder de Inversiones Andinas (IA), es un hecho que los tres índices más importantes de Wall Street vienen teniendo un muy buen año, «incluso sobreponiéndose a la política monetaria de la Fed, que terminó siendo bastante más “hawkish” de lo que muchos analistas imaginaban a principio de año».

A lo que hace alusión Victorio es a que la autoridad monetaria estadounidense está demorando la decisión de un recorte de las tasas de interés y aun así, «el mercado americano sigue creciendo«. El estratega de IA recuerda que, por otro lado, también es real que los años electorales suelen ser bastante “bullish ”, lo cual resulta en que para algunos inversores sea un driver para sumar equity en sus carteras. «Probablemente, a partir de esto, se pueda ver todavía algo de recorrido alcista en los índices a lo largo del 2024», opina.

Por su parte, el Nasdaq Composite ha subido un 12,3% en lo que va del año, siguiendo a su desempeño de los primeros 100 días del año pasado, cuando subió un 21,3% y luego añadió otro 18,2% durante el resto del año, impulsado por una racha liderada por acciones vinculadas a la Inteligencia Artificial (IA). El índice tecnológico se dirige así a su mejor desempeño en un año electoral durante los primeros 100 días desde 1996, cuando subió un 18,6% y luego añadió otro 3,6% durante el resto del año.

Desde 1972, el Nasdaq presenta una ganancia promedio del 7,6% durante los primeros 100 días de negociación de un año. Cuando ha ganado más del 10% en ese periodo, ha registrado una ganancia promedio del 10,8% durante el resto del año y un avance mediano del 11,2%. En ese contexto, ha subido el 76,2% de las veces, incluidas las últimas 12 veces.

Inteligencia artificial, los noventa y la relación con el rally

Y es que como bien explica a este medio Noberto Sosa, director del Grupo IEB, al observar el gráfico histórico del S&P500 de los últimos 90 años, claramente se analiza que el índice se encuentra en máximos en términos nominales y casi en máximos en términos reales, es decir, teniendo en cuenta la inflación.

«Con lo cual realmente genera vértigo ingresar a estos valores», advierte el estratega. No obstante, de acuerdo a los análisis de “fundamentals” de consultoras respetadas como FactSet, se prevé un upside potencial a 12/18 meses del 10%. Siendo bastante heterogénea la estimación según el sector. Por lo tanto, para los perfiles de inversión más conservadores, Sosano sugiere acciones, dado que se logran rendimientos de más del 5% con baja volatilidad en instrumentos de renta fija de corta “duration”.

Para perfiles “balanceados” y de “crecimiento”, Sosa sostiene que el inversor no puede no tener acciones. Esto se debe a que, dada la situación de que los índices están en máximos, sugiere estar “underweight” en su estrategia, es decir, con una menor exposición a un activo específico debido a expectativas de rendimiento, en este caso las acciones. «Por ejemplo, si el inversor tolera hasta un 50% de acciones en su portafolio, es un momento para tener menos que ese 50%», advierte Sosa.

Con respecto a si la Inteligencia Artificial puede ser una burbuja como la de las Puntocoms en los años 90, el analista asegura que el consenso del mercado sigue creciendo y creyendo «que no es así«. Sosa explica que se trata de un verdadero salto disruptivo de la productividad, donde nadie tiene claro hasta donde se puede llegar, pero el tema es tan importante que forma parte de la agenda del G20.

El experto indica que las posturas mundiales son distintas, tanto Estados Unidos como China tienden a coincidir en fomentar al fenómeno e ir trabajando “ad hoc” sobre lo que vaya ocurriendo, cada uno con su estilo institucional. Europa tiene una posición distinta, sostiene Sosa, pues está más preocupada en avanzar con las regulaciones.

También recuerda que, este año, uno de los sectores que mejor ha evolucionado es el “utilities” (distribución de electricidad, gas y agua). Y Uno de los motivos es por el impacto de la IA en dicho sector, para mejorar su eficiencia y rentabilidad.Así, el boom en la IA está motivando un fuerte impulso de empresas tecnológicas dentro del sector de gran capitalización y crecimiento, que se respalda por mejoras en la productividad del trabajo.

De esta manera, los expertos ven gran valor en este segmento del mercado americano, sobre todo por los catalizadores de corto plazo, donde las expectativas se mueven al compás de las decisiones y señales de la Fed, mientras se esperan nuevos datos de inflación y actividad económica de Estados Unidos; pues un descenso de la tasa libre de riesgo impulsaría las valuaciones de aquellas acciones cuyos flujos de caja se esperan mayormente alejadas en el tiempo, siendo el caso de estas empresas tecnológicas de crecimiento y gran capitalización.

Sin embargo, y como aconseja Victorio, más allá de esta euforia del mercado americano, el inversor debe manejarse con prudencia en cuanto a la exposición a equity y ponderar, al menos por ahora, «activos de buena calidad y baja volatilidad». Desde IA consideran la mejor opción para el armado de carteras mayormente compuestas de renta fija e ir sumando renta variable de manera progresiva. «Probablemente con una baja de tasas nos empecemos a sentir más cómodos y dicha cartera comience a rotar hacia la renta variable de manera más agresiva», concluye.

FUENTE AMBITO

OP:CHECO MURCIANO

 

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