Estudiar y trabajar: la realidad del 80% de los estudiantes de la UNSJ

La universidad enfrenta un doble desafío: matrícula en aumento y fuerte reducción presupuestaria que afecta a estudiantes y docentes.

La Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) atraviesa una realidad compleja: aunque su matrícula sigue creciendo, impulsada por medidas como el boleto estudiantil gratuito y el sistema de becas, casi el 80% de sus alumnos debe trabajar mientras estudia, muchas veces en condiciones de informalidad laboral.

Según informó Ricardo Coca, secretario administrativo-financiero de la UNSJ, “esta cifra refleja lo que contiene la economía argentina en general, prácticamente un 50% de informalidad”. Entre las actividades más frecuentes de los estudiantes se encuentran repartos, delivery y trabajo en taxis o remises.

El panorama presupuestario no ayuda: la inversión en educación superior bajó del 1,48% del PBI en 2023 al 0,91% en 2024, con una proyección de 0,88% para 2025. Esta disminución impacta directamente en el gasto por alumno, que cayó un 56% desde el año 2000, mientras que los salarios docentes acumulan una pérdida del 45% de poder adquisitivo.

Frente a esta situación, la UNSJ busca sostener proyectos esenciales mediante reasignación interna de recursos, como la finalización de la Escuela de Música y la expansión de la oferta educativa en distintos departamentos. Sin embargo, el bajo salario docente dificulta mantener profesores en zonas alejadas, por lo que se exploran modalidades mixtas o a distancia, alternativas que resultan insuficientes frente a la eficacia de la presencialidad.

La universidad se enfrenta así a un doble desafío: garantizar la calidad educativa mientras acompaña a estudiantes que deben sostenerse económicamente y lidia con limitaciones presupuestarias crecientes.

POR LIC. EUGENIA VILA

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