Estados Unidos: Trump se subió a un camión de basura para criticar los dichos de Biden
El mandatario saliente había defendido a Puerto Rico después de que el humorista Tony Hinchcliffe la calificara como «isla flotante de basura» durante un acto de Trump en Nueva York.
El expresidente estadounidense y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, llegó en un camión de basura a un acto de campaña y dio un discurso con un chaleco reflectivo puesto en un nuevo intento por sacar rédito político de las críticas del mandatario, Joe Biden, a sus seguidores. Por su parte la candidata demócrata, Kamala Harris, criticó a Trump por decir que protegerá a las mujeres «les guste o no», un comentario que la actual vicepresidenta consideró «muy ofensivo». Harris hizo campaña con Jennifer Lopez, Maná y los Tigres del Norte en Arizona y Nevada, donde su rival republicano insistió con su retórica antimigrantes. A días de las presidenciales del 5 de noviembre, las encuestas muestran un empate técnico entre ambos candidatos.
La polémica con Puerto Rico
«¿Les gusta mi camión de basura? Es en honor a Kamala (Harris) y Joe Biden», dijo Trump en Wisconsin desde el asiento de pasajero del vehículo, que había sido decorado con el lema de su campaña, «Make America Great Again» (Hacer a Estados Unidos grande de nuevo). «No podés ser presidente si odiás a los estadounidenses, algo que creo que ellos hacen. Y Kamala Harris no está capacitada para ser presidenta, para nada. No tiene el intelecto, la energía o esa cualidad especial de los
La polémica se desató el martes cuando Biden defendió a Puerto Rico después de que el humorista Tony Hinchcliffe la calificara como «isla flotante de basura» durante un gran mitin de Trump el fin de semana en el Madison Square Garden de Nueva York. «Déjenme decirles algo. (…) La única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores», dijo Biden, unas palabras sobre las que tanto la Casa Blanca como el propio mandatario intentaron aclarar después que iban dirigidas al comediante y no a los partidarios de Trump.
Este jueves Trump tenía prevista una entrevista con el comentarista ultraconservador Tucker Carlson en Arizona, y un acto en Nevada. En su paso por Nuevo México, un estado que según las encuestas votará por Kamala Harris, expresó: «Amo a los hispanos. Son muy trabajadores y emprendedores, y son grandes personas. Y son cariñosos, a veces demasiado cariñosos, si quieren que diga la verdad». Sin embargo el discurso se centró como es usual en su retórica antimigrante. «Los migrantes ilegales que llegan a este país matan gente todos los días» y «están desatando una violenta ola de asesinatos por todo Estados Unidos», afirmó Trump sin pruebas.
La importancia del voto latino
Más de 60 millones de estadounidenses ya votaron por anticipado en estas elecciones muy reñidas en las que cada voto cuenta. Los latinos suelen votar por los demócratas pero en los últimos años los republicanos acortaron la ventaja. La última encuesta del New York Times otorga a la vicepresidenta un 52 por ciento de intención de voto entre los hispanos frente al 42 por ciento de su rival republicano.
La exfiscal intenta ampliar su ventaja entre los hispanos, sobre todo en los siete estados claves que según los sondeos decidirán el próximo inquilino de la Casa Blanca. Harris presume de entender a los latinos mejor que nadie porque es hija de inmigrantes y, a diferencia del magnate, no creció rodeada de riqueza. Su equipo de campaña multiplicó los anuncios en todo tipo de medios en español, inglés y «spanglish». En uno de los últimos apuesta por la cumbia para decir «Kamala es buena gente, no caigas en la trampa, no votes por el trompas, no se equivoque compa…»
Según las encuestas también existe una brecha electoral entre mujeres y hombres. Las primeras apoyan a la vicepresidenta demócrata y ellos se inclinan por el expresidente republicano. Harris, muy implicada en la defensa del derecho al aborto, consideró agresivas las declaraciones de Trump. «Él no prioriza la libertad de las mujeres y la inteligencia de las mujeres para tomar decisiones sobre sus propias vidas y cuerpos», declaró a periodistas en Wisconsin, el mismo estado disputado donde el republicano se autoproclamó «protector» de las mujeres.
«Quedan cinco días para una de las elecciones más trascendentales de nuestra vida», dijo la vicepresidenta demócrata más tarde en un acto en Arizona, en el que actuaron los Tigres del Norte, un grupo muy popular entre los mexicanos. Harris advirtió a sus seguidores que Trump transmite un mensaje «lleno de odio y división» y expresó: «Insulta a los latinos, chivo expiatorio de los inmigrantes, y no es solo lo que dice, es lo que hará».
Cada uno de los 50 estados de EE.UU. reparte un número concreto de delegados. Si bien la mayoría de los estados tienen una tendencia clara de voto, hay siete considerados «bisagra» que podrían decantarse por cualquiera de los candidatos: Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Nevada y Arizona. Es en estos estados donde las campañas concentraron su inversión publicitaria y donde los candidatos están dedicando la mayor parte de su tiempo.
A medida que se acercan las elecciones, aumenta la preocupación por una posible impugnación de los resultados, e incluso un estallido de violencia, si a Trump se le escapa de las manos la victoria. El expresidente nunca reconoció su derrota en 2020 y ya empezó a hablar de «trampas» en Pensilvania, uno de los estados más codiciados, en el nordeste del país.
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