En la previa del Día del Niño, la psicóloga infantil Silvana Belloti recuerda que el juego es mucho más que entretenimiento: es una herramienta vital para el desarrollo emocional, social y cognitivo. “Es el lenguaje natural de los chicos, su manera de explorar el mundo, conocerse y vincularse con los demás”, explica.
Para Belloti, los juguetes cumplen un papel central en este proceso. “Son puentes entre el mundo interior del niño y el mundo exterior. A través de ellos proyectan emociones, recrean escenas y dramatizan situaciones que a veces no logran expresar con palabras”, describe. En el ámbito terapéutico, los considera aliados para fomentar la empatía, el intercambio de roles y la resolución de conflictos.
La especialista insiste en que la elección del juguete debe ser consciente y adaptada a la etapa evolutiva, priorizando aquellos que inviten a imaginar, crear y transformar. “No importa la marca ni el precio; lo esencial es que el juguete no lo haga todo por el niño”, asegura. Además, cuando el juego es compartido, el objeto adquiere un valor afectivo que lo convierte en un recuerdo significativo.
En contraposición, Belloti advierte sobre el uso excesivo de celulares y tablets como sustitutos. “El celular no es un juguete. Los juegos digitales suelen ser pasivos, con reglas cerradas y poca oportunidad para la creatividad. Limita el movimiento, el lenguaje, la tolerancia a la frustración y la capacidad de atención”, señala.
Su llamado es claro: los adultos deben asumir el compromiso de garantizar tiempo, espacio y condiciones para que los chicos jueguen. “Jugar no es un lujo ni un simple pasatiempo: es un derecho y una necesidad para crecer de manera sana”, concluye.
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