Elecciones universitarias: la UNSJ destina solo el 0,02% de su presupuesto al proceso electoral
Con un presupuesto total de $110 mil millones, los comicios previstos para este mes costarán $20 millones. Mientras tanto, persisten los reclamos por salarios y fondos de funcionamiento.
La Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) se prepara para renovar sus autoridades en un año atravesado por la incertidumbre presupuestaria y los reclamos salariales. Según confirmó Ricardo Coca, secretario administrativo-financiero de la institución, el costo de las elecciones será de aproximadamente $20 millones, una cifra que representa solo el 0,02% del presupuesto total, estimado en $110 mil millones para este 2025.
El gasto incluye la logística de más de 200 urnas, la impresión de boletas y la intervención de la Policía Federal, cuya presencia está establecida por el estatuto universitario. “Es un gasto bienvenido porque representa la posibilidad de elegir autoridades”, afirmó Coca en diálogo con Estación Claridad, remarcando el valor democrático del acto eleccionario a pesar de las dificultades económicas.
Sin embargo, advirtió que el monto podría incrementarse si hay balotaje, previsto para el 23 de junio, en caso de que ningún candidato alcance el mínimo requerido.
Salarios y funcionamiento: el otro frente de batalla
Más allá de las elecciones, la UNSJ enfrenta una realidad compleja. Uno de los principales focos es la pérdida salarial, que según Coca alcanza el 45% del poder adquisitivo desde diciembre de 2023. “Los aumentos fueron siempre muy por debajo de la inflación, prácticamente la mitad”, indicó.
A esto se suma el ajuste del gasto de funcionamiento, que ha quedado rezagado frente al índice inflacionario. Desde el Ejecutivo Nacional se sostiene que los pedidos presupuestarios “superan la capacidad de recaudación”, pero el funcionario lo niega: “Los aumentos que pedimos están por debajo del índice inflacionario, entre uno y uno y medio puntos”.
El factor político y la amenaza del veto presidencial
Coca también se refirió al contexto político que rodea a las universidades. Destacó el respaldo del justicialismo y de sectores del radicalismo, pero reconoció que el poder de veto presidencial complica cualquier posibilidad de avance concreto en el Congreso.
“Lo más probable es que si se aprueba un aumento, haya un veto. Pero eso no impide que sigamos discutiendo”, manifestó. Con un optimismo cauteloso, el funcionario llamó a mantener abiertas las vías de diálogo: “Lo que se pide no es más que lo necesario para que la universidad funcione con normalidad”.
Op: Juan Llarena
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