Elecciones presidenciales en EE.UU: incertidumbre sistémica

Las elecciones presidenciales en EE.UU. no sólo se ven aquejadas por uan creciente incertidumbre vistas las encuestas- 49 % Harris 48% Trump según el New York Times-, sino que en la confusión confluyen una serie de factores que caracterizan al sistema creado por la constitución estadounidense. Se han ido acumulando a partir del texto escrito en secreto por los “padres fundadores”.

Partamos de la base que el Congreso de Filadelfia sesionó en secreto. Terminada la Guerra de la Independencia de EE. UU. (1775-1780) los colonos en estados como Virginia y Maryland proponían una reforma agraria. Los congresales, muchos de ellos abogados como James Madison y Alexander Hamilton eran casi todos esclavistas como George Washington, a quien convencieron, como presidente del Congreso, para que las deliberaciones fueran secretas. No se sabe qué se debatió.

Se conoce a la constitución de EE. UU. solo indirectamente a través de un documento en forma de libro, El Federalista, elaborado por tres eminentes congresales ya citados Madison, Hamilton y el tercero, John Jay. En El Federalista se analizan su funcionamiento y defienden las instituciones constitucionales por ellos creadas, vigentes a la fecha y copiadas por la constitución argentina por sugerencia de Juan Bautista Alberdi.

Los representados en el Congreso de Filadelfia temían la presión de colonos veteranos de la guerra que, inmejorablemente armados con rifles, buscaban una reforma agraria. Por ello crearon una serie de impedimentos constitucionales con un complejo de controles y contrapesos a la expresión de la mayoría.

Así surgen instituciones tales como la división de los poderes que Montesquieu entendió mal en el sistema británico, donde la independencia es solo del poder judicial. Dificultaron, además, la reforma constitucional/. La hicieron rígida.

Pero lo más importante que actúa en forma decisiva en la elección presidencial estadounidense del 5 de noviembre de 2024, es la creación del Colegio Electoral en el Congreso de Filadelfia en 1787, siempre para condicionar una mayoría que temían, se expresara, escribieron tres veces.

Entonces para dirimir el resultado de las elecciones y quién será presidente el voto popular es solo una primera etapa. Ya se demostró en el pasado y recientemente en el 2000 con Al Gore asegurarse una mayoría en el escrutinio nacional no concluye el proceso.

El obstáculo siguiente, el Colegio Electoral, es muy importante pero puede no concluir el proceso visto el pasado de Donald Trump: solo reconocer un resultado que le sea favorable.

El Colegio Electoral no sesiona en un lugar sino en cada uno de los estados y en el Distrito de Columbia (Washington). Cada estado siempre es muy particular y no todos los representantes están obligados a votar en coincidencia con el voto popular. El Colegio Electoral es visto por constitucionalistas estadounidenses como una antigualla, pero el mito de la excelencia de la constitución impide su eliminación.

El Colegio Electoral como proceso tiene 5 fechas para avanzar:

• El 11 de diciembre se emiten los certificados de certeza del voto popular, 7 por estado y los envía primeramente al encargado del archivo estadual.

• El 17 de diciembre los miembros del Colegio Electoral en cada estado votan enviando el resultado al presidente del Senado. En este caso Kamala Harris como vicepresidenta es titular del Senado.

• 25-12-2024 llegan los certificados de certeza al presidente del Senado y al Archivista.

• 03-01-2025 el Archivista transfiere los certificados de certeza al Congreso.

• 06-01-2025 el Congreso escruta los votos que en sus estados emitieron los representantes del Colegio Electoral. El total de votos es 538. Para llegar a la presidencia se requieren 270. Si ni Kamala Harris ni Donald Trump logran sumar 270, la Cámara de Representantes decidirá por simple mayoría entre los que obtuvieron la mayoría del voto nacional y popular emitido por todos aquellos que concurrieron a votar el 05-11-2024.

• Una instancia adicional sería la Corte Suprema de Justica de los EE. UU. que puede intervenir como lo hizo en el caso de George W. Bush y Al Gore el 12-12-2000. Los votos en Florida fueron impugnados por funcionamiento defectuoso de máquinas para emitir el voto. No habrían efectuado las perforaciones requeridas. Así fue como, pese a tener una mayoría en el voto popular en Florida una fiscal republicana certificó los votos como válidos cuando es sabido que hubo fraude. Por ende se le adjudicaron los 25 votos de los representantes del Colegio Electoral para dicho estado a Bush y éste se impuso por 271 votos a 266 de Gore.

 

Los autores del Federalista se escudaron en un seudónimo, Publius, en un principio. La investigación académica determinó en forma definitiva en 1944 que los tres autores fueron los tres que venían siendo nobrados: Hamilton, Madison y Jay.

 

En resumidas cuentas, este engorro creado deliberadamente por los padres fundadores de la carta magna en 1787 y continúa vigente siendo cotado en jurisprudencia por la Corte Suprema de los EE.UU. 291 veces hasta el 2000.

 

Como si esta engorro no fuera suficiente con las encuestas casi empatadas: Harris 49 % y Trump 48 %; 44 estados ya se sabe que votaran por no u otro partido, por lo cual los 7 restantes son vistos como decisivos “campos de batalla” (battle ground states) donde, en efecto, por sus votos en el Colegio Electoral determinaran cuál será el resultado recién el 06-01-2025, si no crece en incordio. Al 22 de octubre ya votaron 17 millones. No es posible saber por quien votaron.

 

Con la trayectoria de Trump habrá más barro porque no aceptará resultado alguno que no le sea favorable. Seguro seguirá discutiendo hasta la última instancia, incluyendo desórdenes como los del 6 de enero del 2021 cuando las turbas de sus partidarios, acicateado por la retórica negacionista, tomaron el Congreso.

 

La politóloga Dra. Gabriela Ippólito O’Donnell que vivió varios años en EE. UU. en la Universidad de Notre Dame, opina que “No es lo mejor pero las preferencias del electorado estadounidense y el poco interés por la política exterior jugarán a favor de Trump. Trump proclama que ni la guerra en Ucrania ni en Gaza habrían ocurrido porque él llamaba por teléfono y sanseacabó”.

 

Cabe concluir que la constitución de EE. UU. es un engorro creado adrede: “de aquellos polvos vienen estos lodos”, dice el viejo refrán castellano.

 

* Ph. D., Investigador Asociado al Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge (Centre of Latin American Studies – CLAS).

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