Elección porteña, en clave nacional: test de supervivencia para el PRO, termómetro para LLA y oportunidad para el PJ

Figuras de peso en las listas le dan una relevancia inédita a una compulsa para dirimir bancas en la Legislatura. Fragmentación política y una oferta atomizada entusiasman al peronista Leandro Santoro. Los exsocios de Juntos por el Cambio, frente a frente. La motosierra encendida será evaluada por la sociedad.

Por Ariel Basile

 

Las elecciones porteñas se realizarán con boleta única electrónica.

Las elecciones porteñas se realizarán con boleta única electrónica.

Télam

Rara vez una elección porteña de medio término tuvo tanta resonancia. Una fecha en general reducida en el calendario nacional para dirimir bancas en una Legislatura que con el tiempo fue perdiendo dirigentes de peso. Sin embargo, por las características de la coyuntura, estos comicios tendrán una inédita nacionalización, acaso como nunca antes. Un hecho que se traduce en listas con figuras en todos los partidos.

La fortaleza del PRO en la capital y el bajo caudal del peronismo le imprimió en las últimas dos décadas a las elecciones porteñas una lógica local que impedía sacar conclusiones de escala mayor. Un factor que es moneda corriente en el llamado a las urnas en otras provincias. Acaso, con la excepción de la provincia de Buenos Aires, donde solo por el tamaño del padrón la nacionalización está asegurada. Un ejemplo: si al radicalismo le va bien en Mendoza o el peronismo triunfa en La Pampa, eso no conlleva un correlato nacional, por más que haya lecturas apresuradas desde la punta del Obelisco. Prevalecen, en rigor, sociedades políticas ad hoc, un electorado con trayectorias y necesidades propias, una historia local.

Todo ese color intrínseco está algo más desdibujado en la Ciudad en este 2025, ya que está en juego parte del capital político de algunos espacios. La presencia de figuras es una suerte de clasificatoria para el 2027 por la jefatura de Gobierno. Pero, además, el cierre de alianzas reflejó la fragmentación de la política acontecida tras la última elección nacional. La ruptura de Juntos por el Cambio (JxC), con tibios intentos por recomponerse en algunos distritos, y la puja por la posible alianza, hasta acá no consumada, entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA), son factores clave para entender cómo subió el precio de esta fecha electoral.

El universo de lo que fue JxC se presenta por separado. PRO, UCR, Coalición Cívica se enfrentarán esta vez. A ellos se suma LLA. Asimismo, emergen Horacio Rodríguez Larreta con un movimiento propio; Ramiro Marra por la UCedé; otros candidatos que parten votos, incluido el DT Ricardo Caruso Lombardi por el MID de Oscar Zago, y el PJ que sostuvo cierta homogeneidad, más allá de postulantes sueltos de menor cuantía que se referencian en el justicialismo.

Con la oferta tan atomizada, el tablero en cuanto al balance de ganancia y pérdida de legisladores será una anécdota. Lo que ocurra en el segundo tramo de gestión de Jorge Macri no distará mucho del escenario legislativo con el que ya debe lidiar el alcalde: hasta aquí, se vio obligado a negociar siempre, ya que no contó con las mayorías amarillas que sí tuvieron sus antecesores. Por eso, la lectura política finalizado el escrutinio será otra: para el PRO, será un test de supervivencia y una oportunidad de cuantificar los daños ocasionados a su base electoral por la aparición voraz de la LLA. El test será en su casa matriz, la Ciudad, y una mala performance dejará al partido de Mauricio Macri herido para negociar su participación en octubre.

Asimismo, si bien mucho se habla de que Jorge Macri plebiscitará su administración, también será un muestreo para Javier Milei, que en su peor momento desde que asumió la presidencia debió sacrificar a uno de sus mejores soldados, el vocero Manuel Adorni, para pulsear por un cargo menos glamoroso, como lo es el escaño de legislador porteño. Lo de mejores soldados, vale aclarar, es en el sentido de su nivel de conocimiento en la sociedad, en un contexto donde a los libertarios no le sobran figuras para protagonizar afiches. Inclusive, pronto corrieron rumores, no desmentidos, que indican que la de Adorni sería una candidatura testimonial, al tiempo que desde la oposición pidieron su renuncia a la vocería presidencial, ya que el micrófono de las conferencias matutinas podría ser una herramienta de campaña.

Obligado a revisar sus propias premisas al acudir al FMI, Milei reza por sostener su principal mérito, la baja de la inflación, anclada en el valor del dólar; valor que cada vez más analistas, incluidos los afines, consideran atrasado. Desde el discurso de Davos, la mala racha se aceleró con la estafa $LIBRA y la estrategia fue la misma de siempre: imponer la agenda con polémicas. La última maniobra, que le resultó eficaz, fue el video por el Día de la Memoria que grabó la Casa Rosada con la discutible lectura de sus autopercibidos intelectuales sobre los hechos ocurridos durante la última dictadura.

Por eso, la elección del 18 de mayo será un termómetro para los libertarios, para saber dónde están parados. LLA eligió sostener la consigna nacional: llevar la motosierra a la Ciudad, fue el slogan elegido. Es decir, puso la nacionalización sobre la mesa por decisión propia. La motosierra le sirvió a Milei para ser Presidente, pero los ciudadanos no conocían sus efectos. Ahora, muchos porteños votarán con su paso a todo trapo durante casi un año y medio. En diciembre del 2023 ganó una motosierra abstracta, está por verse si sigue siendo seductora en términos electorales una vez encendida y en velocidad crucero.

Es cierto, antes habrá otros llamados a las urnas. En abril abrirá el calendario Santa Fe, con las PASO locales y la elección de los constituyentes que luego deberán reformar la carta magna provincial. Pero allí sobrevive un Juntos por el Cambio ampliado, que suma al Partido Socialista que gobernó doce años en el distrito. Es decir, es la suma de dos tercios del electorado. Derrota asegurada con justificación válida para LLA. Luego, llegará el 11 de mayo el turno de Salta, Chaco, San Luis y Jujuy, pero las conformaciones de frentes con tácticas provinciales, sumado a porcentajes menores del padrón nacional harán que sea injusto nacionalizar los resultados. Máxime cuando ni siquiera en todos ellos los libertarios presentarán candidatos propios.

En la Ciudad será distinto. Una prueba de fuego para LLA ya como partido con personería, y sin la tracción del apellido Milei en la boleta (electrónica) ante un electorado que simpatiza con la propuesta libertaria.

Supervivencias y el 2027

Mauricio Macri se juega mucho. Tanto o más que su primo Jorge. Su acercamiento a Milei le valió, hasta aquí, el alejamiento de sus socios históricos de la UCR y la Coalición Cívica, que en mayo volverán a postular su marca sin ser furgón de cola de una alianza liderada por el PRO. Al mismo tiempo, tampoco fue correspondido el amor de Macri por los libertarios. Por el contrario, el partido de Milei apostó por licuar al PRO y vaciarlo de dirigentes, que se vieron tentados al garrochazo en el mejor momento del Gobierno.

Una buena elección con los alfiles propios y leales será una señal hacia adentro, un cerrar la tranquera del partido. Una mala elección podría propiciar un desarme amarillo, tras su ascenso fulgurante que lo llevó a la Casa Rosada en 2015. Un derrotero previsible en lo local y lo nacional. Así, el el 18 de mayo será determinante para el sueño de Mauricio Macri de tener su mentado segundo tiempo. O bien para saber si ese segundo tiempo ya está en marcha y lo está jugando Javier Milei, sin lugar para amarillos siquiera en el banco de suplentes. También para empezar a delinear una eventual candidatura del expresidente como senador nacional para octubre, una carta que Macri prefiere guardarse ¿Podría enfrentar a su enemiga y exaliada Patricia Bullrich para esa fecha?

La unción de la diputada Silvia Lospennato va en la lógica de figuras nacionales bajando al barro porteño. Y también es la exhibición de dirigentes que representan al PRO puro (si existiera). De yapa, le permitirá enrostrar a LLA la bandera de Ficha Limpia, proyecto caído de Lospennato que los libertarios se negaron a tratar en su momento, acusados de pactar con el kirchnerismo para gambetear esa iniciativa que hubiese corrido de la cancha a Cristina Kirchner de cara a octubre.

El desafío al PRO también llegará por la rebelión de Horacio Rodríguez Larreta, quien salió herido de su relación con Macri, tras el destrato en la PASO presidencial de 2023. El inicio de la implosión de Juntos por el Cambio. No obstante, para el exjefe de Gobierno la lógica es local: mira 2027, y a lo sumo será una primaria anticipada para retornar a su antiguo cargo en Uspallata. El objetivo, ambicioso, es un score de dos dígitos.

También es local la estrategia del peronismo, con Leandro Santoro a la cabeza con la intención de posicionarse, como en 2023, en la pulseada por la jefatura de Gobierno para dentro de dos años. Si bien hay otros actores del universo PJ que estarán en el monitor de la boleta única electrónica, Santoro representa una suerte de unidad del peronismo con representación institucional. Se entusiasma Santoro con terminar primero, aun perdiendo votos, ante la diáspora de JxC y la dispersión libertaria entre LLA, Ramiro Marra y el UP “confuso” de Yamil Santoro.

No obstante, el acuerdo entre el ala K (que prevalecerá en octubre) y el ala no K (que predomina en el ámbito porteño) puede ser leído en clave nacional. Una expresión de que las diferencias internas podrán saldarse, al menos en los distritos importantes: los que renuevan senadores como CABA y, además, la provincia de Buenos Aires, donde la tensión está en aumento.

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