El Autódromo El Zonda Eduardo Copello, ícono del automovilismo argentino, volvió a ser noticia, pero no por una competencia deportiva, sino por un grave hecho de vandalismo que refleja su estado de abandono. El lunes 14 de julio, delincuentes ingresaron al predio y robaron 24 tablones de gran tamaño de las tribunas, además de un rollo de cableado eléctrico de alto valor.
El hurto fue detectado por integrantes de la Federación Sanjuanina de Automovilismo Deportivo durante una inspección rutinaria en el circuito. El robo se produjo en el sector de la curva Juan María Traverso, una zona emblemática que homenajea al piloto que más victorias obtuvo allí y que, en vida, definió a El Zonda como uno de los circuitos “más apasionantes del país”.
A pesar de contar con custodia, el autódromo presenta señales de deterioro progresivo, producto de la falta de actividad y escaso mantenimiento. La inseguridad, sumada al desinterés institucional, pone en riesgo la infraestructura de un lugar que forma parte del patrimonio deportivo de San Juan.
“El Zonda me encanta. El día que sea presidente de una categoría, hago todas las carreras ahí”, llegó a decir Traverso, dejando en claro la importancia del circuito. Sin embargo, hoy el predio está lejos de reflejar ese prestigio. El descuido se nota en cada rincón, y el robo reciente no es un caso aislado, sino parte de una problemática que crece con el tiempo.
Desde la Federación manifestaron preocupación y no descartan presentar reclamos formales ante las autoridades. Mientras tanto, el autódromo que supo ser escenario de las grandes gestas del automovilismo argentino, lucha por no quedar en el olvido.
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