El vino resiste a la inflación: subió menos que el promedio general

Según un relevamiento del mercado vitivinícola, el precio del vino creció solo un 35,9% interanual, frente a una inflación del 47,3%. Las botellas más accesibles fueron las que menos variaron.

El precio del vino argentino subió por debajo del promedio inflacionario durante el último año, una rareza en un contexto económico marcado por la suba generalizada de precios. Así lo determinó un informe del mercado vitivinícola nacional que analizó la evolución de casi 5.500 etiquetas a nivel país.

El Índice de Precios del Vino (IPV) reveló que el aumento interanual del vino fue del 35,9%, muy por debajo del 47,3% que marcó la inflación general entre abril de 2024 y abril de 2025. De hecho, solo el 10% de los vinos relevados registró incrementos en el último mes analizado, con una suba promedio del 8,2% en esos casos.

Menos aumento en los vinos más económicos

Uno de los datos más relevantes del estudio es que las etiquetas más accesibles fueron las que menos aumentaron. En promedio, las botellas de menor valor tuvieron una variación interanual del 27,6%, lo que las posiciona como una de las categorías con menor presión inflacionaria dentro del consumo masivo.

Durante abril de este año, el precio promedio ponderado de una botella de vino fue de $6.605, una cifra que considera el volumen de ventas y la rotación de cada segmento. En contraste, el precio mediano se ubicó en $18.300 y el promedio simple trepó a $32.733, valores que reflejan la presencia de vinos de alta gama con menor salida comercial.

En cuanto al comportamiento mensual, los ajustes de precios en abril rondaron el 1%, aunque en el rango de vinos que va de $21.735 a $31.050, el incremento fue apenas del 0,3%, lo que muestra un enfriamiento aún mayor en esa franja.

Estrategias ante la caída del consumo

El informe sugiere que este freno en los aumentos podría estar vinculado a estrategias de contención por parte del sector vitivinícola, con el objetivo de mantener la demanda en un contexto de bajo poder adquisitivo y retracción del consumo interno.

Mientras otros productos de la canasta básica registraron subas mucho más abruptas, el vino argentino parece haber moderado su evolución de precios, especialmente en las gamas populares. Una decisión que, lejos de ser casual, busca sostener el volumen de ventas y acompañar al consumidor en una etapa económica compleja.

Rivero. C

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