El vino argentino no levanta: caen ventas internas y exportaciones

La industria vitivinícola atraviesa una crisis prolongada. El consumo local retrocedió 13% en julio, las exportaciones bajaron 21% y los expertos apuntan a cambios de hábitos, pérdida de poder adquisitivo y competencia de nuevas bebidas.

El sector vitivinícola argentino sigue en retroceso y los números de julio encendieron nuevas alarmas. Según el último informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), las ventas en el mercado interno cayeron 13% interanual y los envíos al exterior se desplomaron un 21%. Con un consumo per cápita que apenas ronda entre 16 y 17 litros anuales —muy lejos de los 26 litros de hace 15 años y de los 80 en los años 70—, la llamada “Industria Madre de San Juan” enfrenta un escenario adverso.

Los referentes del sector coinciden en que la crisis es multicausal. “El consumo está deprimido, no es un producto de primera necesidad y además falta visibilidad en medios que atraiga al consumidor”, explicó Gustavo Samper, presidente de la Cámara Vitivinícola de San Juan.

Pedro Pelegrina, titular del Consejo de Enólogos, remarcó que “los cambios de hábitos, la aparición de bebidas alternativas, menos reuniones familiares y la tolerancia cero al alcohol están impactando fuerte, sobre todo en los más jóvenes, que no se identifican con el vino como generaciones anteriores”.

Los datos muestran que la caída golpea con más fuerza a los vinos de consumo diario: el 66,6% de la baja corresponde a vinos sin mención varietal, los más económicos. En San Juan, las ventas internas de julio se desplomaron 41,3%, con una baja del 45,3% en vinos comunes y del 23,6% en varietales.

A nivel internacional, la pérdida de competitividad también es evidente. El vino a granel se derrumbó 50% frente a competidores como Chile, España e Italia; y el vino fraccionado retrocedió 11,3% en volumen.

“La irrupción de bebidas saludables y energéticas, sumado a la crisis económica que obliga a las familias a recortar consumos no esenciales, es determinante”, opinó Diego Sánchez, enólogo de Bodega Graffigna.

Aunque algunos segmentos como el vino espumoso crecieron 37,5% en julio, su peso en el total es marginal. El mosto concentrado es el único rubro que muestra un saldo positivo en lo que va del año.

Para Hugo Carmona, ingeniero agrónomo y exvicepresidente del INV, la solución pasa por atraer a las nuevas generaciones: “Falta difusión para seducir a los jóvenes a un consumo serio y responsable de vinos. El sector necesita reinventarse, porque el contexto internacional y local no dan respiro”.

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