El precio de una exportación clave de Argentina tocó su valor más bajo en 15 años
Se trata de la harina de soja, el principal producto exportado por el país. Lo que va del año estuvo marcado por cotizaciones deprimidas pero mejoras en la demanda global.
La principal exportación argentina registró su precio más bajo en 15 años
El informe que llevó adelanté la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) registró malas noticias para el principal producto de exportación del país. El actual precio de u$s281 marca el peor registro en más de 15 años.
Una de las razones detrás de la fuerte caída de precios a nivel global se asocia al avance de las políticas de biocombustibles, que generó una mayor demanda de aceites vegetales -en especial de aceite de soja-, lo cual impulsó su precio más de 30% de suba en lo que va del año.
Ese repunte en los valores también derivó en un mayor procesamiento del poroto, lo que a su vez generó una abundante oferta de harina. Sin embargo, el consumo global de este subproducto no crece al mismo ritmo, lo que genera un desbalance en el mercado.
El exceso de oferta ejerce una presión bajista sobre los precios de la harina, tanto en el mercado interno de Estados Unidos como en el comercio internacional. Actualmente, la harina de soja representa el 13,4% del total exportado por el país, mientras que el complejo sojero en su conjunto explica el 27,6%.
Para este año se proyectan exportaciones de harina por u$s 9.044 millones, un número que supera al del año pasado, aunque aún se mantiene por debajo de los niveles históricos más altos.
Harina de soja: embarque de 30.000 toneladas parte hacia China, pero hay cautela por la sostenibilidad del mercado
Un cargamento de 30.000 toneladas de harina de soja partirá este mes desde la ciudad de San Lorenzo, ubicada a orillas del río Paraná, con destino a China. Se trata de la primera exportación de este tipo entre ambos países, una operación que generó repercusión en el mercado global de granos al involucrar al complejo agroindustrial argentino —líder mundial en el suministro de harina de soja— y al gigantesco mercado chino.
Aunque el embarque representa un hito, analistas del sector mantienen una visión mesurada sobre el futuro del negocio con China, que cuenta con una industria de molienda propia muy desarrollada y opera en el contexto de una prolongada guerra comercial con Estados Unidos.
Para la analista Lorena D’Angelo, “si China está comprando de Argentina es una buena señal”, y subrayó que, frente al crecimiento de la oferta internacional de harina por parte de Estados Unidos y Brasil, la operación representa un avance importante para la industria local. En 2023, Argentina exportó 27,2 millones de toneladas de harina de soja, con ingresos por u$s10.550 millones.
A pesar del valor simbólico de la operación, desde el sector se observa con cautela la posibilidad de consolidar a China como un destino frecuente para la harina de soja argentina. Parte del escepticismo radica en que esta compra podría estar motivada más por factores políticos —como las tensiones comerciales entre Pekín y Washington— que por una demanda estructural.
“No veo que sea un mercado importante este año”, advirtió D’Angelo, quien recordó que, en los últimos años, China apenas importó 50.000 toneladas de harina de soja.
En la misma línea, Julio Calzada, director de Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), expresó: “Es una buena señal, pero es más política que de mercado”. Además, destacó que la capacidad anual de molienda de soja en China alcanza los 153,5 millones de toneladas, un volumen 130% superior al de Argentina. “En el sector hay dudas respecto de las posibilidades futuras de seguir colocando harina de soja argentina en China, debido a que China cuenta con numerosas plantas aceiteras”, señaló.
China aprobó el ingreso de harina de soja argentina recién en 2019. A pesar de las dudas, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) celebró el avance. El lunes, anunció la próxima llegada del buque NORDTAJO al puerto Terminal 6 de San Lorenzo, operado por Bunge y Aceitera General Deheza (AGD).
“Es un embarque muy importante (…) porque implica una apertura comercial real y efectiva”, afirmó Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC. “Esto debería permitir un flujo permanente a futuro”, concluyó.
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