El Penal de Chimbas vive una transformación profunda en materia de seguridad y control. A la reciente inauguración del Pabellón 5, que sumó 236 nuevas celdas para aliviar la sobrepoblación, se le agrega ahora un sistema de videovigilancia con inteligencia artificial y el uso de drones como parte de un esquema integral de prevención.
Las nuevas cámaras inteligentes, tanto fijas como tipo domo, permiten reconocimiento facial, detección de objetos y zoom en tiempo real, lo que posibilita anticipar riesgos y reforzar la seguridad interna. El sistema se complementa con el monitoreo permanente desde un centro de control, registro de imágenes en alta calidad para investigaciones posteriores y el despliegue de drones y centinelas que amplían la cobertura del perímetro.
Desde la dirección del penal explicaron que la tecnología busca prevenir hechos de violencia, intentos de fuga o situaciones irregulares, generando respuestas más rápidas y eficaces. “La inteligencia artificial abre la posibilidad de reaccionar de inmediato y, en muchos casos, de adelantarnos a los problemas”, señalaron las autoridades.
En paralelo, el Gobierno provincial avanza con la licitación para incorporar dos furgones especialmente adaptados: uno para el traslado de detenidos y otro para el personal penitenciario. Con un presupuesto oficial superior a 251 millones de pesos, las unidades contarán con refuerzos antivandálicos y divisiones internas diseñadas para optimizar la logística diaria.
Con estas medidas, el Penal de Chimbas se encamina a convertirse en un complejo penitenciario más moderno, seguro y preparado para enfrentar los desafíos del presente.
Op: Juan Llarena
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