Un ultimátum que desató la crisis
El líder ultra, conocido como el “Trump holandés”, ya les habia dado un ultimátum a sus aliados: aplicar su programa o enfrentar el colapso del gobierno. Finalmente, cumplió con su advertencia. “Me inscribí para la política de asilo más dura y no para la caída de Holanda”, afirmó Wilders, quien aseguró que su partido sigue contando con un fuerte respaldo en las encuestas.
La radicalización del discurso migratorio por parte del PVV puso contra las cuerdas a la coalición, integrada también por el VVD (liberales), el NSC (centristas) y el BBB (afín al sector agrícola). La propuesta de Wilders incluía rechazar todas las solicitudes de asilo, expulsar a los refugiados sirios con visas temporales y suspender la reagrupación familiar de los migrantes ya reconocidos.
Cruces, reproches y un futuro incierto
La respuesta no tardó en llegar. Dilan Yesilgoz, líder del conservadora VVD, acusó a Wilders de actuar con irresponsabilidad: “Estoy conmocionada. Es súper irresponsable”, declaró. La líder del BBB, Caroline van der Plas, también criticó al PVV: “No se gobierna un país a través de Twitter”. Rob Jetten, del opositor D66, fue más tajante: “Sabes que si trabajás con Wilders en una coalición… no irá bien”.
Dick Schoof, quien había asumido como primer ministro en julio de 2024 con el compromiso de aplicar la política migratoria más dura en la historia del país, presentó su renuncia tras la ruptura de la coalición. No obstante, continuará en funciones de manera interina hasta que se celebren nuevas elecciones. “Esto no debería haber pasado”, lamentó, y llamó al resto de los partidos a actuar con responsabilidad frente a “una guerra en nuestro continente y posibles crisis económicas”.
Mientras tanto, crece la incertidumbre: sin mayoría en la Cámara Baja, el futuro político del país queda en vilo, apenas tres semanas antes de recibir a los líderes de la OTAN en La Haya. Aunque no hay fecha confirmada, se espera que las elecciones se convoquen para el otoño boreal.
En medio del caos, algunos dirigentes evalúan la posibilidad de continuar con un gobierno minoritario sin el PVV. Nicolien van Vroonhoven, del NSC, dijo que “es definitivamente una opción” seguir sin Wilders. Sin embargo, los analistas alertan que gobernar sin el respaldo mayoritario será complicado en un país donde las alianzas parlamentarias son frágiles y cambiantes.
Por: Rodo Galdeano
Fuente: Ámbito


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