El Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló este viernes cargos criminales relacionados con un plan frustrado de Irán para asesinar al recién electo presidente Donald Trump antes de las elecciones presidenciales de 2024.
Una denuncia penal, presentada en un tribunal federal de Manhattan, sostiene que un funcionario de la Guardia Revolucionaria de Irán, cuya identidad no se reveló, ordenó a un contacto en septiembre que preparara un plan para vigilar y, finalmente, asesinar a Trump.
La denuncia señala que el funcionario iraní instruyó a su contacto, un ciudadano afgano llamado Farjad Shakeri, que si no lograba elaborar un plan para septiembre, la operación se pospondría hasta después de las elecciones, considerando que, en caso de que Trump perdiera, sería más sencillo matarlo.
Según la investigación, Shakeri informó al FBI que no tenía intención de proponer un plan para asesinar a Trump dentro del plazo de siete días estipulado por el funcionario.
La trama, cuyos cargos se revelaron apenas días después de la victoria de Trump sobre la demócrata Kamala Harris, ilustra lo que las autoridades federales describen como los continuos intentos de Irán de atacar a miembros del gobierno de Estados Unidos en territorio estadounidense.
«Hay pocos actores en el mundo que supongan una amenaza tan grave para la seguridad nacional de Estados Unidos como Irán«, declaró el fiscal general Merrick B. Garland en un comunicado. «No toleraremos los intentos del régimen iraní de poner en peligro al pueblo estadounidense«, añadió.
Christopher Wray, director del FBI, afirmó: «El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica ha estado conspirando con criminales y sicarios para atacar y eliminar a estadounidenses en suelo estadounidense, y eso no será tolerado. Gracias al arduo trabajo del FBI, sus mortales planes fueron frustrados«.
El jueves, tras el triunfo de Trump, el dictador de Irán, Masud Pezeshkian, declaró que la identidad del presidente de Estados Unidos es irrelevante para la relación de Teherán con Washington.
«No hay diferencias para nosotros acerca de quién gane las elecciones en Estados Unidos«, señaló Pezeshkian, según la agencia estatal IRNA. El iraní subrayó que su país se enfoca en «su fuerza interna» y priorizó el «desarrollo de las relaciones con países islámicos y vecinos«. Aun así, añadió que su gobierno mantendrá «mente abierta y amplia en el cultivo de las relaciones con otros países«.
Poco antes, el vocero del Ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, había manifestado que las elecciones en Estados Unidos representan una oportunidad para «corregir los enfoques y políticas equivocados» de la Casa Blanca respecto a Teherán.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump retiró unilateralmente en 2018 a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015 firmado por seis potencias, el cual limitaba el programa nuclear iraní a cambio de aliviar las sanciones económicas. El republicano reinstauró las sanciones, lo cual afectó gravemente la economía de Irán hasta la fecha.
Las relaciones entre Irán y Estados Unidos, ya muy tensas en las últimas décadas, enfrentan uno de sus peores momentos tras el estallido del conflicto entre Israel, con Washington como su principal aliado, y los grupos terroristas islámicos de Hamás y Hezbollah, ambos respaldados por Irán.
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