El EPRE reclama a Nación un esquema de subsidios que contemple el consumo real de San Juan

El organismo provincial pidió duplicar los topes de energía subsidiada y sostener un coeficiente regional permanente, al advertir que el nuevo sistema nacional, vigente desde 2026, no reconoce el clima extremo ni la falta de gas natural en la provincia.

El Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) presentó ante la Secretaría de Energía de la Nación una serie de observaciones al nuevo sistema de “Subsidios Energéticos Focalizados”, que comenzará a regir el 1 de enero de 2026. El organismo sanjuanino advirtió que los topes de consumo propuestos —300 kWh mensuales para usuarios residenciales y 150 kWh para otros segmentos— resultan insuficientes para las necesidades energéticas de la provincia.

En su exposición, el EPRE remarcó que los hogares sanjuaninos enfrentan consumos más altos debido a factores combinados: inviernos muy fríos y veranos de temperaturas extremas; viviendas diseñadas para resistencia sísmica pero sin estándares de eficiencia; electrodomésticos antiguos que consumen más energía; ingresos promedio más bajos en sectores vulnerables y una cobertura limitada de gas natural que obliga a depender de la electricidad para calefacción, cocina y agua caliente.

Frente a este escenario, el ente solicitó duplicar los topes de consumo subsidiado para San Juan y transformar la bonificación extraordinaria del 25% prevista solo para 2026 en un coeficiente regional permanente, ya que las condiciones que justifican un tratamiento diferencial no cambiarán en el corto plazo.

El organismo alertó que, si no se aplican correcciones, los usuarios deberán afrontar costos significativamente más altos por cada kWh que exceda el límite nacional, lo que impactará de manera directa en la economía familiar. Además, recomendó revisar la inscripción en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), debido a que la nueva evaluación podría modificar categorías.

En este marco, el EPRE insistió en que la eficiencia energética pasará a ser una necesidad económica más que una opción voluntaria, bajo la premisa: “no derrochar para ahorrar”.

Op: Juan Llarena

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