¿El dólar ya fue?: 5 razones por las cuales el peso podría seguir ganando la pulseada de los inversores
Un informe privado señala que la estrategia de carry trade fue la más elegida por los inversores este año. Razones no faltan: el dólar perdió en términos reales frente al peso.
El peso el gran ganador
Para GMA, el 2024 «está demostrando ser un gran año para el peso argentino». Con un nuevo programa económico, el peso se fortaleció frente al dólar oficial (-40% real) como contra el dólar financiero (-35% real).
Por otra parte, las elevadas tasas nominales en pesos de nuestro mercado (que compiten contra una inflación en descenso, pero aún de magnitud) han llevado a un nuevo período exitoso de carry trade. A pesar de cierta volatilidad en el dólar financiero a partir de abril, el plazo fijo ha dado rendimientos extraordinarios en dólares. Éstos han sido de 17% en los primeros 8 meses del año, el mayor registro en más de una década.
Asimismo, señalan los analistas de GMA, estos retornos acumulados en tasa fija se encuentran entre los primeros 3 a nivel de mercados emergentes este año. Mientras que en primer puesto se encuentra el carry de la lira turca con un 23%, el rublo ruso (17%) comparte el segundo puesto del ranking junto al peso argentino.
De esta manera, luego de comentarios del ministro de Economía indicando que el dólar financiero convergería al tipo de cambio oficial, el mercado empieza a preguntarse si estirar este carry trade es plausible. Frente a esta idea que ya está corriendo como reguero de pólvora en la city y en el exterior, estudiamos drivers y riesgos de esta estrategia.
Estrategia: los drivers que hay que tener en cuenta para saber por cuánto continuará el carry trade
1. La intervención del BCRA
Para GMA, uno de los principales factores que invitan al carry trade es la intervención del Banco Central en los dólares financieros, desde que comenzó la fase 2.
2. El blanqueo
Por otra parte, agregan, la exteriorización de bienes también sería una nueva fuente de dólares para el sistema financiero local. Si bien las estimaciones varían, cifras entre u$s30.000 y u$s40.000 millones se repiten. Por supuesto, se encuentra lejos de los u$s116.000 millones del histórico blanqueo de 2016, pero aun así implicaría otra importante herramienta para la administración actual.
Producto del blanqueo en efectivo, las reservas brutas del BCRA ya se están beneficiando por el incremento de depósitos en dólares, cuyo stock ya regresó a niveles de diciembre de 2019. Esta mejora en el balance de la autoridad monetaria puede ser vista como una señal positiva para el mercado. Asimismo, existe la posibilidad de que el ingreso de dólares al mercado financiero también traería un flujo vendedor en el MEP y el CCL, lo que aportaría su cuota a la estabilidad de la brecha.
3. RIGI
También con relación a la oferta de dólares encontramos al RIGI. El Informe de Gestión presentado ante Diputados indica inversiones superiores a u$s40.000 millones. Las decisiones de empresas de hundir capital físico, y, por lo tanto, nuevos flujos de dólares ayudarían a estabilizar la brecha sin necesidad de un uso significativo de reservas del BCRA.
4. Inflación
El incremento del costo de vida, por su parte, se mantiene estable en torno al 4% mensual. «Continuar con el proceso de desinflación es clave para evitar que el actual régimen cambiario implique una apreciación excesiva del peso argentino y comprometa la generación de dólares y la capacidad de recuperación de la actividad», advirtieron los economistas.
Un buen dato de inflación para agosto y cifras de alta frecuencia en descenso para septiembre evitarían presiones en el tipo de cambio y darían aire a la brecha.
5. Sin excedentes de pesos
Como último driver de la estrategia de carry trade encontramos la reducida oferta monetaria actual. Recientemente, la base monetaria ha aumentado a casi el 4% del PIB (el doble que hace 6 meses), aunque este nivel sigue siendo históricamente bajo.
Se prevé que la remonetización, que llevaría el stock de pesos a un deseado 9,1% del PIB, se producirá de manera gradual y progresiva. Esta misma lógica se podría replicar al resto de los agregados monetarios, que estarían potenciados por la creación de dinero secundaria mediante la expansión del crédito.
De esta manera, el incremento de la cantidad de pesos buscaría acompañar el crecimiento de la economía, limitando presiones inflacionarias y devaluatorias. El cierre de las “canillas de emisión” y la limpieza del stock de pasivos remunerados ha otorgado cierta tranquilidad. Ya no existe un enorme excedente de pesos que pueda volcarse rápidamente a demandar dólares financieros.
¿Presión a la brecha?: qué factores hay que tener en cuenta
Para GMA, uno de los riesgos es el comercial. Para este mes deberíamos observar una normalización del flujo de divisas en el mercado cambiario, principalmente de la demanda privada de divisas la cual impulsaría el volumen del MAE. Por un lado, lo realizaría por el efecto de reducción del impuesto PAIS, que aumentaría la demanda de bienes por la elasticidad-precio de las importaciones.
Por otro lado, nos encontramos frente al factor del cronograma de pago de importaciones, el cual acelera los requisitos de divisas.
Un último punto, es la presión sobre los dólares financieros. «Como las divisas podrían menguar desde el lado comercial, la dependencia de la cuenta financiera debería ir in crescendo para que la salud del programa económico no pierda vigor», afirmaron.
«Sin embargo, las necesidades de financiamiento por esta vía están sujetas a varias complicaciones. En particular, encontramos el calendario de vencimientos en moneda dura. Excluyendo al FMI, hay compromisos por u$s2.100 millones en concepto de vencimientos con organismos internacionales en los próximos seis meses«, concluyeron.
Fuente: Ámbito
Rivero. C
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