Duro revés para el “Señor del Tabaco”: la Corte lo obliga a pagar más de 1.000 millones de dólares
El máximo tribunal declaró constitucional el impuesto mínimo a los cigarrillos y rechazó todos los planteos de Pablo Otero, dueño de Tabacalera Sarandí. El empresario acumuló la millonaria deuda desde 2018 gracias a medidas cautelares.
La Corte Suprema de Justicia asestó un golpe histórico a Tabacalera Sarandí y a su propietario, Pablo Otero, conocido como el “Señor del Tabaco”. Por unanimidad, el máximo tribunal declaró constitucional el impuesto mínimo al tabaco y, en consecuencia, la compañía deberá saldar una deuda con el fisco que supera los 1.000 millones de dólares, acumulada desde 2018.
El fallo, firmado por los jueces Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y tres conjueces, desestimó todos los argumentos de la empresa, que durante años se amparó en medidas cautelares para evitar el pago. La Corte sostuvo que Tabacalera Sarandí no pudo demostrar que la ley fuera “irrazonable” o que afectara su derecho a la propiedad, y remarcó que el impacto económico de los impuestos no es materia que deba evaluar el Poder Judicial, sino los otros poderes del Estado.

Asimismo, el tribunal destacó que los impuestos son un “instrumento de regulación” y que resulta razonable aplicar tributos diferenciados con fines de salud pública, en este caso, para desalentar el consumo de cigarrillos. La presentación de la compañía fue calificada como “desprovista de sustento fáctico y jurídico consistente”.
El conflicto comenzó en 2018, cuando la firma argumentó que el impuesto mínimo la dejaba fuera de competencia por ser una pequeña Pyme. Sin embargo, la ventaja obtenida al no pagar el tributo le permitió crecer del 5,6% del mercado en 2016 al 38,4% en 2023. El propio Otero reconoció que su facturación anual alcanzaba los 800 millones de dólares.
Incluso la semana pasada, Otero intentó retrasar el desenlace informando que se había adherido a un plan de pagos, aunque no presentó la documentación correspondiente. Con esta decisión, la Corte pone fin a una prolongada disputa judicial que consolidó el poder de la tabacalera a partir de impuestos impagos, y que ahora obliga a su titular a enfrentar una deuda millonaria sin precedentes.
Rivero. C
Los comentarios están cerrados.