Donald Trump impuso nuevas restricciones migratorias a otros seis países y limitó el ingreso de personas con documentos palestinos

La proclamación presidencial endurece los controles para ciudadanos de África, Asia y Oriente Medio, con el argumento de la seguridad nacional. Incluye suspensiones totales, restricciones parciales y excepciones puntuales para residentes legales y visados especiales.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una nueva proclamación que amplía y endurece las restricciones de ingreso al país para ciudadanos de más de treinta naciones, entre ellas seis que se suman con limitaciones más severas. La medida también alcanza a personas que posean documentos emitidos por la Autoridad Palestina, una decisión que refuerza la política migratoria restrictiva impulsada por la Casa Blanca.

Según informó el gobierno estadounidense, la decisión se basa en preocupaciones vinculadas a la seguridad nacional, el terrorismo y las deficiencias en los sistemas de control, identificación y verificación migratoria de los países afectados. El decreto actualiza restricciones vigentes, eleva el nivel de limitación para algunas naciones y redefine los criterios de excepción para determinados tipos de visados.

La proclamación ratifica la suspensión total de ingreso y de emisión de visas para ciudadanos de doce países considerados de “alto riesgo”, entre ellos Afganistán, Haití, Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen. A esta lista se suman ahora restricciones absolutas para Burkina Faso, Mali, Níger, Sudán del Sur y Siria, ampliando el alcance del veto migratorio.

Uno de los puntos más sensibles de la medida es la inclusión de personas con documentos palestinos, una decisión que Washington justificó en la “imposibilidad de realizar verificaciones confiables” en territorios con control limitado o afectados por conflictos armados.

Además, el gobierno extendió restricciones completas a Laos y Sierra Leona, países que anteriormente enfrentaban limitaciones parciales. En este caso, el argumento oficial se apoya en las altas tasas de permanencia irregular y en la negativa de esos gobiernos a aceptar la repatriación de ciudadanos deportados desde Estados Unidos.

La proclamación presidencial endurece los

En el plano de las restricciones parciales, la proclamación incorpora a otros quince países de África y Oceanía, como Angola, Benín, Gabón, Tanzania, Tonga, Zambia y Zimbabwe. Para estos casos, se limita el acceso a determinados visados no inmigrantes, incluidos los de turismo, estudios y negocios. Paralelamente, continúan vigentes las restricciones parciales para ciudadanos de Burundi, Cuba, Togo y Venezuela.

Trump defendió la decisión al afirmar que “las restricciones de entrada y las limitaciones impuestas son necesarias para impedir el ingreso de personas sobre las que Estados Unidos carece de información suficiente para evaluar los riesgos que suponen”. En el texto difundido por la Casa Blanca se remarca que es responsabilidad del presidente garantizar que quienes ingresen al país no representen una amenaza para la seguridad y el orden público.

La proclamación cita informes del Departamento de Seguridad Nacional que muestran elevados niveles de sobreestadía de visas y la falta de cooperación de algunos países para recibir a sus ciudadanos deportados. Según el documento, estas situaciones “demuestran un incumplimiento sistemático de las leyes migratorias estadounidenses y generan una carga adicional para los recursos de control”.

El decreto mantiene, no obstante, excepciones puntuales para residentes legales permanentes, titulares de visas ya emitidas, diplomáticos, deportistas y personas cuyo ingreso sea considerado de interés nacional para Estados Unidos. También se establece que ciertos casos podrán evaluarse de manera individual, aunque se ajusta y limita el alcance de las visas familiares ante lo que el gobierno describió como “riesgos comprobados de fraude”.

Desde la Casa Blanca subrayaron que la ampliación de las restricciones forma parte de una estrategia sostenida, respaldada por fallos de la Corte Suprema, que prioriza el control fronterizo como eje central de la seguridad nacional. En ese marco, el Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional revisarán periódicamente la situación de cada país para actualizar el alcance de las medidas según el nivel de riesgo y la cooperación internacional.

Informes del Departamento de Seguridad

Los comentarios están cerrados.