Dólar: el Gobierno pagará esta semana u$s2.600 millones a los bonistas y se resentirán las reservas
El giro se hará el próximo miércoles en medio de la sangría de divisas, sumado al parate de las compras del BCRA. Entre julio y principios de agosto vencen en total u$s4.500 millones de deuda y surgen dudas por el plan del ministro Luis Caputo.
Según cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), esto implica para el Estado desembolsar u$s2.558 millones. El Gobierno busca que los acreedores reinviertan las divisas que cobrarán para apuntalar las cotizaciones de los títulos y reducir el riesgo país. Para ello, el Central dispuso la finalización de la norma que obligaba a transferir a una cuenta bancaria los dólares percibidos por cobros de capital o intereses antes de volver a utilizarlos en el mercado de capitales (la restricción sigue vigente para las divisas obtenidas por la operatoria de dólares financieros).
Lo cierto es que el plan de Luis Caputorequiere de una baja considerable del riesgo país (a la zona de 800 puntos básicos, casi la mitad del nivel actual) de cara a la espada de Damocles que representan los vencimientos de deuda en moneda extranjera de 2025: en una suerte de autoherencia del ciclo de megaendeudamiento de 2016-2018 con los bonistas primero y el FMI después (y reprogramaciones mediante), el próximo año vencen unos u$s17.000 millonesentre títulos públicos, BOPREAL y compromisos con el Fondo y otros organismos.
Dólar, pagos de deuda y reservas
Por lo pronto, el pago de esta semana impactará en las tenencias internacionales del BCRA. Hasta dónde caerán las reservas netas depende de qué componentes se consideren para su cálculo. Por caso, el grupo de estudios económicos GERES estimó que al cierre de junio eran positivas en u$s799 millones. Así, luego del pago, bajarían a alrededor de u$s1.800 millones negativos.
En cambio, para Portfolio Personal Inversiones hoy por hoy siguen siendo considerablemente negativas y luego del miércoles descenderán “a la zona de -u$s5.200 millones”, lo que dificulta “pensar en una salida del Cepo con reservas netas ‘muy positivas’ para intervenir sin financiamiento externo”.
En la última revisión del FMI queda explicitado que en la referencia pautada para la meta de reservas que las tenencias netas caerán en el tercer trimestre y que apenas rebotarán en el cuarto. Así, si no llegara nuevo endeudamiento, cerrarían el año en terreno negativo.
El hecho de que el parate en la compra de divisas del BCRA se anticipara a junio (un mes todavía de temporada alta de cosecha gruesa) encendió las alarmas. Es que en la segunda parte del año llega la estacionalidad más desfavorable para el flujo de dólares y a eso se suman los pagos de deuda de las próximas semanas. Además del giro a los bonistas, el Gobierno cancelará entre julio y los primeros días de agosto vencimientos de capital e intereses con el Fondo y con otros multilaterales, y pagará la primera cuota del BOPREAL: en total, se trata de unos u$s4.500 millones.
Este cuadro, entre otros factores, estuvo en la base de la renovada presión cambiaria de los últimos días. Más aún después de que en la conferencia del viernes 28 de junio de Luis Caputo y Santiago Bausilino se recogiera el guante de los planteos del mercado, del FMIy de numerosos economistas sobre las señales de agotamiento del esquema cambiario y, en cambio, se ratificara la continuidad del dólar blend y del crawling peg del 2% mensual y se pateara para una tercera etapa del plan la apertura del cepo.
Para los próximos días, el equipo económico apuesta a calmar las presiones devaluatorias, reflejadas en la expansión de la brecha cambiaria al 50%, a partir del estímulo para que los bancos suban la tasa de interés. Para ello, el jueves el BCRA dispuso que las LECAPcompradas en el mercado secundario tampoco computen en los límites de financiamiento al sector público que tienen las entidades financieras con el objetivo de que mejore la transmisión de las tasas hacia los plazos fijos.
Resta ver qué hará con la tasa de política monetaria una vez que se lancen las nuevas letras de regulación monetaria que reemplazarán a los pases pasivos. Y también si un alza de los rendimientos en pesos logra contener a los dólares financieros.
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