Deuda: Luis Caputo colocó $890.000 millones y solo renovó el 55% de los vencimientos
Así, esta vez, algunos operadores dijeron que la baja tasa de roll over pudo haber respondido a la vocación de ir con los pesos a demandar títulos largos a tasa fija en el mercado secundario en lugar de ingresar a una licitación en la que solo podían suscribir bonos indexados a la inflación. En definitiva, es algo que se terminará de dilucidar luego del jueves, cuando se liquide la subasta.
Deuda: el resultado de la licitación
En concreto, Economía recibió ofertas por $1,05 billones de valor efectivo, pero decidió adjudicar solo $892.552 millones. Una de las lecturas fue que los funcionarios prefirieron no convalidar las suscripciones con tasas más elevada y marcar una pauta para los rendimientos reales.
Así, colocó $343.064 millones en un nuevo Boncer cupón cero a mayo de 2025 (TZXY5) con una tasa nominal anual de corte del 11,43% más CER; emitió $73.770 millones en el nuevo Boncer cupón cero a octubre de 2025 (TZXO5) con TNA del 11,98% más CER; $131.025 millones en la reapertura del Boncer cupón cero a marzo de 2026 (TZXM6) con TNA del 11,84% más CER; y $344.693 millones en el nuevo Boncer cupón cero a octubre de 2026 (TZXO6) con TNA del 12,51% más CER.
Así, las tasas internas de retorno efectivas anuales (TIREA) cortaron en 11,7%, 11,98%, 11,57% y 11,81%, respectivamente, según informó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
El boom de las Lecap y los Boncap
Mientras tanto, este martes continuó la reacción del mercado al señuelo que puso el Tesoro con el menú de títulos para esta licitación. Si en las últimas semanas ya habían operado con fuertes subas las Lecap (sobre todo las más largas) y los Boncap, el rally se intensificó tras el llamado a licitación (que no incluyó este tipo de instrumentos) durante las primeras dos ruedas de la semana. Las sola inclusión de Boncer “podría haber generado sensación de ‘escasez’, llevando al mercado a demandar más papeles a tasa fija”, sostuvo Juan Manuel Franco, economista jefe del Grupo SBS, en diálogo con Ámbito.
El lunes, las Lecap que vencen en agosto y septiembre de 2025 saltaron entre 2,2% y 3% en el mercado secundario, mientras que los Boncap escalaron entre 2,6% y 3%. El martes, las Lecap largas treparon hasta 1,3% y los Boncap, hasta 1,8%.
De esta forma, las tasas efectivas mensuales (TEM) del tramo más largo de la curva terminaron entre 2,9% y 3,1%. Esto acentuó aún más la inversión de la pendiente ya que las Lecap del tramo más corto quedaron entre 3,4% y 3,5% TEM.
Esta pronunciación de la pendiente negativa de la curva de rendimientos a tasa fija refleja que el mercado compró el mensaje del Gobierno: que la desaceleración de la inflación seguiría su curso y que, por ende, las tasas tenderían a retroceder en el futuro. Ante esas expectativas (sean optimistas o no), los inversores demandan más los títulos más largos para fijar un rendimiento a los valores actuales por más tiempo bajo la presunción de que podrían seguir acotándose en los próximos meses. Es por eso que las letras más cortas pagan tasas superiores a las de las Lecap más largas o los Boncap, dando lugar a la inversión de la curva.
Así, la llamada «inflación breakeven» (implícita en la comparación de las cotizaciones a tasa fija y CER) se acerca gradualmente al 2% para el promedio de los próximos doce meses. Lo cierto es que el escenario que compró el mercado aún está por verse. Por caso, el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central (realizado a fines de septiembre y publicado a principios de octubre) proyectó un sendero oscilante para el IPC en un rango de entre 3,6% y 3% de acá a marzo de 2025. Aunque algunas consultoras ya estiman que en octubre podría haberse perforado el 3%: Eco Go estimó 2,8%.
Con todo, el Gobierno busca no descuidar los incentivos al «carry trade», la estrategia que consiste en vender dólares, colocarse en algún activo en pesos con tasas superiores a la variación del tipo de cambio y recomprar divisas antes de que salte su cotización. Este mecanismo, conocido popularmente como «bicicleta financiera», ya dejó jugosas ganancias en dólares del 31,8% en el acumulado desde principios de año hasta mediados de octubre, según cálculos del economista Nery Persichini.
Las apuestas se basan en la expectativa de que el Caputo continuará con la tablita cambiaria para el dólar oficial y que la brecha seguirá bajo control (con el aporte del dólar blend). Al Gobierno el «carry» le sirve ya que incentiva la liquidación de divisas como el crédito en dólares, que en estos meses fue la base de las compras del BCRA. Por todo ello, algunas voces en la city ya esperan que a principios de 2025 el Central comience a recortar el ritmo de suba mensual del tipo de cambio mayorista, que está fijo en el 2% desde la megadevaluación de diciembre. Otras voces advierten que estos procesos siempre entrañan riesgos de eventuales corridas en caso de que las expectativas se reviertan.
Fuente: ÁMBITO
Por: Graciela Herrera
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