Desafíos del mercado laboral: empleados exigen más flexibilidad y beneficios personalizados
Los empleados que pueden elegir su esquema de presencialidad exhiben mayores niveles de satisfacción y una rotación significativamente menor. Al mismo tiempo, crecen las demandas por mejores condiciones laborales y mayor flexibilidad.

Se impone la flexibilidad en horarios y días de home office
“Hoy la palabra es flexibilidad implica que los empleados y los líderes puedan definir cómo va a ser el formato laboral, cuándo se trabaja en casa y cuándo en forma presencial, y que también eso abarque a los horarios”, le dijo a Ámbito, Julieta Cumbo, Growth Marketing Manager en HIT. La ejecutiva remarcó además que la relación personalizada con cada empleado es fundamental: conversar sobre sus necesidades, considerar aspectos como el tiempo y el costo de traslado, y adaptar la presencialidad para que no resulte agotadora, sino compatible con su bienestar y productividad.
De hecho, según el relevamiento, hoy menos de un 30% trabaja de manera 100% presencial, mientras que solo un 7% lo hace de forma totalmente remota. El formato que predomina es el híbrido, con el 63,5% de los encuestados.
Dentro de ese universo, las combinaciones son variadas:
-
El 28,3% trabaja cuatro días en home office y uno presencial.
-
El 24,4% asiste tres días a la oficina y dos trabaja remoto.
-
El 18,1% opera dos días remoto y tres presenciales.
-
El 17,3% define su esquema semana a semana.
-
Y el 11,8% solo tiene un día remoto por semana.
La vuelta a la presencialidad es una tendencia que se consolida pospandemia, aunque lo hace con cambios y mayor flexibilidad en los formatos.
“Uno de los hallazgos más significativos del informe está vinculado a la definición de la modalidad de trabajo. Los datos muestran que el 63% de las personas encuestadas indicó que su esquema laboral (presencial, híbrido o remoto) es determinado exclusivamente por su empleador”, destacan. Y agregan que este punto es clave para retener talento: hay tres veces más probabilidades de permanencia cuando los empleados pueden elegir dónde trabajar, y el indicador sigue siendo el doble cuando la decisión se toma de manera conjunta.
En efecto, según las conclusiones, el riesgo de “renunciar y quedarse” (seguir en el puesto sin compromiso) es 14 veces menor cuando existe libertad para elegir el formato laboral. “No es el trabajo remoto o presencial lo que fideliza al talento, sino la posibilidad de decidir”, detalla el informe.
Beneficios laborales: demanda de mayor oferta y más personalizada
“Las empresas necesitan desarrollar un programa de beneficios que no sea estático ni uniforme, sino que permita que cada empleado elija qué beneficio usar”, señaló a este medio Diego Boryszanski, CEO & Co-founder de Maslow, la plataforma de beneficios globales que utilizan desde startups hasta grandes compañías y que ofrece a los colaboradores, a través de una app, un abanico de opciones personalizadas.
La relevancia de revisar cómo se diseñan y entregan los beneficios surge de los propios datos del relevamiento: el 27,5% de los encuestados se mostró “neutral” cuando se les preguntó si los beneficios que reciben están alineados con sus necesidades personales y familiares. En tanto, el 37,5% dijo estar “de acuerdo”, el 13,5% “muy de acuerdo” y el 17% “en desacuerdo”.
Resultados similares aparecen ante la pregunta “¿la empresa promueve activamente el bienestar físico y mental de sus colaboradores?”, donde casi un tercio vuelve a ubicarse en la categoría “neutral”.
Según el informe, el 28,5% de respuestas neutrales evidencia falta de claridad y comunicación sobre las acciones de bienestar, y se observa que los mayores de 55 años y los menores de 25 muestran menor adhesión positiva y mayor neutralidad. El diagnóstico es claro: mejorar la inclusión y la comunicación interna es clave para que los beneficios realmente lleguen y se valoren.
Cinco generaciones, el bienestar laboral y la salud mental
“En estos momentos en el campo laboral hay cinco generaciones trabajando a la vez, pero esto puede ser una oportunidad”, le dijo a Ámbito, Carolina Rondinelli, Content Marketing Manager en Great Place to Work, que según su visión hay distintas estrategias, como las mentorías, que pueden aplicar las compañías para integrar a personas con distintas edades y distintas características en un vínculo que se nutra mutuamente desde la experiencia de los más grandes, la frescura y flexibilidad de los más jóvenes.
Y, en este punto, también es muy importante hablar de la salud mental, justamente con buenas prácticas y espacios preparados para ello se evitan los sesgos y los estigmas referentes al género, la edad y las discapacidades. “Cuidar la mente también implica rediseñar los espacios y ritmos de trabajo: ambientes que equilibren estímulo, calma y conexión genuina”, destacan en el informe.
Al respecto, se preguntaron qué se puede hacer para mejorar esto y contestaron: “fortalecer la cultura de apertura: crear espacios seguros para conversaciones sobre salud mental, capacitación en liderazgo empático, comunicación clara y medición continua”.
Fuente: Àmbito
Rivero. C


Los comentarios están cerrados.