Cuentas públicas: estiman que el déficit financiero de los últimos 50 años fue equivalente a un PBI
Gasto público: la motosierra, la clave
Dentro del estudio, Capello destaca que la clave del ajuste fiscal en 2024 está puesta en el recorte del gasto público, en todos los niveles de gobierno. «Si el resto de 2024 las erogaciones se ejecutan como en los primeros meses del año, el gasto consolidado podría bajar a 32% del PBI», enfatiza y aclara que el gasto público consolidado, en los tres niveles de Gobierno, pasó del 27% del PBI en 2004 a 47% en 2016, aunque entre ese año y el 2022 se recortó unos 5 puntos. «Así, en un año se habrá bajado un 70% del aumento del gasto observado entre 2004 y 2023», sintetiza el informe.
El ajuste fiscal en lo que va de 2024 se dio principalmente por licuación del gasto en salarios, jubilaciones y transferencias a provincias y empresas, además de la fuerte baja en la inversión pública, para eliminar en un año un déficit financiero de cerca de 6% del PBI, según precisa Capello.
A su vez, añade que esta medida resultaba «inevitable», a su parecer, ya que entre 2004 y 2023, «tres cuartas partes del aumento del gasto de Nación más Provincias se debe al gasto en Personal (+3,4% del PBI), Jubilaciones y Pensiones (+2,9%) y Subsidios en tarifas (2,1%)».
El ajuste en las provincias y municipios
Además del ajuste fiscal a nivel nacional, también se observan recortes en los gobiernos locales. Los ingresos de las provincias cayeron un 17% real en el primer trimestre del año, sus erogaciones un 24%, con un 55% de reducción del gasto de capital y 21% en el gasto en Personal. De las 24 provincias, solo dos exhiben un «pequeño déficit financiero», que son Misiones y Entre Ríos. De esta manera, «la reducción total del peso del gasto en el PBI, en lo que va de 2024, se explica en un 61% por ajuste del gasto nacional, 36% por ajustes en erogaciones provinciales y 3% en municipios, similar a las participaciones que dichos niveles de gobierno tuvieron en el PBI en años previos», precisa Capello.
«Una vez alcanzado el equilibro fiscal, lo importante es no perderlo, garantizando el déficit cero hacia adelante, de modo que cualquier propuesta de mayor gasto, deba venir acompañada de la fuente de recursos para financiarla, como lo exige la ley de Administración Financiera (con menor gasto en otras partidas, aumento de impuestos o eliminando alguna exención impositiva)», subraya Capello.
«Es hora que Argentina cuente con una regla fiscal para asegurar el equilibrio y la solvencia estatal a largo plazo, que impida el endeudamiento insostenible o la generación de fuertes procesos inflacionarios. Mientras tanto, se debe trabajar en mejorar la calidad del ajuste, con menor licuación y más reforma del estado, eliminado impuestos muy distorsivos. Ahora que se ha logrado el equilibrio, es el momento indicado para acordar una regla fiscal de déficit cero como política de estado, que deberían asumir las principales fuerzas políticas», concluyó el vicepresidente de la Fundación Mediterránea.
Fuente: ÁMBITO
Por: Graciela Herrera
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