Crisis en la gastronomía sanjuanina: caen las ventas y reducen hasta un 30% el personal
Desde AEHGA advierten que la situación actual es más crítica que durante la pandemia.
El sector gastronómico de San Juan atraviesa una de sus peores crisis en años. La combinación de fuertes aumentos en los costos fijos, caída del consumo y la pérdida del poder adquisitivo generó un escenario asfixiante para bares, cafés y restaurantes.
Según explicó Analía Tello, miembro de la comisión directiva de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines (AEHGA), la situación actual es “peor que la vivida durante la pandemia”. Propietaria de varias cafeterías en la provincia, Tello aseguró: “Estamos frente a un escenario donde no hay consumo y en seis meses se han triplicado los costos fijos: luz, alquileres, insumos. No podemos competir con este contexto”.
La postal se repite en locales que antes trabajaban a pleno: “Tenía clientes fijos que venían todos los días. Hoy vienen dos veces por semana. La abuela con sus nietos ya no sale. A las 10 de la mañana se llenaba el local, ahora no”, graficó.
Menos salidas, menos trabajo
El impacto no solo afecta al consumo, sino también al empleo. Tello reveló que en plena temporada alta solía tener hasta 20 empleados, y hoy solo mantiene a 10. “La mayoría de los locales tuvo que reducir entre un 25% y 30% su personal. Y no es que sobre gente, simplemente no se puede sostener la estructura con este nivel de ventas”, lamentó.
Además, explicó que no se trata solo de números: “No son empleados, son familias. Y muchos están capacitados, los formamos nosotros”.
Los precios y el dilema del bolsillo
Un café con dos medialunas cuesta hoy entre $3.400 y $3.500, y un menú ejecutivo ronda los $15.000 o $16.000. “No son precios excesivos por lo que se ofrece, pero el bolsillo no lo soporta”, aclaró. Los restaurantes gourmet o con menú de tres pasos —que pueden costar entre $25.000 y $30.000— son los más golpeados por la crisis.
“Las ganas de salir siguen intactas, pero la gente ya no puede permitirse esa experiencia. El problema no es el deseo, es el poder adquisitivo”, concluyó Tello.
Op: Juan Llarena
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