La vendimia está en marcha y el clásico tironeo por el valor de la materia prima, del mismo modo. Luego de un 2024 con un inflación inicial altísima y un cierre de año estable, el 2025 se presenta con la coyuntura de tratar de recuperar lo perdido en medio de un sector que tuvo sus matices, con un mercado interno que se retrajo y un externo que mostró una leve recuperación. A esto hay que agregarle el golpe de la peronóspora y el granizo, que dejaron daños de consideración en los parrales.
Gustavo Samper, vicepresidente de la Coviar, habló en Radio Sarmiento sobre el escenario que se presenta para que el negocio le cierre a los productores y al sector industrial.
“Hoy por hoy, los números no son alentadores para mejorar el precio de la uva”, expresó el empresario. Y agregó que “siempre es mucho mejor administrar sobre buenos valores de uva, de vino y mosto”.
Si bien el contexto que plantea el dirigente es más bien pesimista, los números finales del 2024 no fueron del todo malos. Es que las exportaciones vitivinícolas crecieron el año pasado un 5,6%, respecto al 2023, y alcanzaron 207,6 millones de litros de vino. Además, en ese mismo periodo, las ventas internacionales de mosto concentrado aumentaron un 103,4%.
En tanto que el mercado interno se contrajo el 1,2%: El vino blanco sufrió la mayor baja, con un 14,1% menos en comparación interanual. El vino tinto, en cambio, creció un 2,4%.
De todas maneras, Samper se quejó que “las ventas al exterior no están acompañando como uno desearía, ahí se presenta la coyuntura” y que el precio todavía bajo de la uva “no es una cuestión de capricho, es una cuestión de mercado en el cual el consumidor está diciendo que no puede pagar valores más altos”
Samper apuntó que hoy por hoy las uvas comunes “no deberían bajar de los 400 pesos” el kilo.
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