Conductor ebrio huye de un control policial, choca y enfrenta prisión

El conductor presentaba una tasa de alcohol superior a cuatro veces el límite permitido para manejar. Aunque intentó alegar inimputabilidad, la Justicia lo condenó.

 

Este viernes, la Justicia dictó sentencia de prisión para un individuo que, conduciendo bajo los efectos del alcohol, huyó de un control policial y luego colisionó durante la persecución.

 

El incidente tuvo lugar el 22 de noviembre, alrededor de las 4:40 de la madrugada, en las cercanías de la avenida Ignacio de la Roza, en el Jardín de los Poetas, Rivadavia. Según el informe del Ministerio Público Fiscal (MPF), un patrullero circulaba por la zona cuando fue adelantado a gran velocidad por un Volkswagen Gol Trend de color negro. Ante esta maniobra, los oficiales intentaron detener el vehículo, cuyo conductor fue identificado como Santiago Martín, quien viajaba acompañado por dos adultos y un menor.

 

Al percatarse del fuerte olor a alcohol del conductor, los agentes le solicitaron el carnet de conducir y el seguro del auto. Ante la negativa de presentar la documentación, los uniformados informaron al conductor que el vehículo sería remolcado.

 

Sin embargo, en un acto impulsivo, Martín subió nuevamente al automóvil y huyó, dejando a sus acompañantes en el lugar. Los oficiales iniciaron una persecución a alta velocidad por la avenida Ignacio de la Roza, durante la cual el vehículo pasó varios semáforos en rojo y desobedeció diversas señales de tránsito. La fuga continuó hasta que, en la intersección con la calle Nuche, en Capital, el automóvil chocó contra un árbol y el conductor fue finalmente detenido.

 

El test de alcoholemia reveló que Martín tenía 2.05 g/l de alcohol en sangre, más de cuatro veces el límite permitido para conducir. Este viernes se celebró la audiencia de juicio abreviado, en la que la defensa del acusado alegó inimputabilidad. No obstante, la Fiscalía se opuso y el juez desestimó la solicitud. Martín fue condenado por resistencia a la autoridad en concurso real con lesiones, a una pena de 2 meses de prisión efectiva. La condena fue unificada con una sentencia anterior, resultando en una pena total de 8 meses de prisión efectiva.

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