Condenan a 4 años de prisión a un hombre por violencia de género y lesiones
Luciano Gabriel Martínez, un changarín de 28 años, fue condenado a 4 años de prisión efectiva por una serie de actos violentos perpetrados contra su expareja y los hijos de ella, tres de los cuales resultaron lesionados.
La condena surge de la unificación de una pena previa en suspenso por violencia y amenazas, con una nueva sentencia por los ataques más recientes.
Un historial violento
Martínez había sido condenado el 1 de agosto de 2022 a 1 año de prisión en suspenso por golpear y amenazar a otra expareja. Sin embargo, volvió a reincidir en actos de violencia extrema, esta vez contra una mujer con la que convivió seis meses en Rawson.
La agresión más grave ocurrió el 18 de septiembre pasado, cuando, en medio de una discusión, el hombre golpeó a la mujer con un caño de pileta, provocándole una fractura en el antebrazo derecho. Además, la violencia también alcanzó a los hijos de la víctima, de entre 1 y 10 años, quienes eran insultados y agredidos físicamente. Si bien se constató lesiones leves en las tres niñas, el impacto emocional en los menores fue significativo.
El proceso judicial
La situación fue denunciada el 6 de agosto por la hija mayor de la víctima, de 19 años, tras enterarse de los abusos por medio de sus hermanitos. Esto dio inicio a una investigación de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Violencia Intrafamiliar y de Género (UFI CAVIG). Posteriormente, un amigo de la víctima, al conocer la gravedad de las agresiones, alertó a las autoridades con la ayuda de una policía amiga.
Martínez, que había sido puesto en prisión preventiva desde el 18 de septiembre, terminó admitiendo su responsabilidad en un juicio abreviado. Acordó una pena de 3 años de prisión efectiva por los últimos ataques, agravados por el vínculo y el contexto de violencia de género. Esta pena se sumó al año en suspenso que arrastraba, resultando en una condena única de 4 años de prisión efectiva.
Restricciones adicionales
Además de la pena de cárcel, la jueza Flavia Allende le prohibió a Martínez cualquier tipo de contacto con la víctima, ya sea en forma directa o indirecta.
Un caso que alerta sobre la reincidencia en la violencia de género
El caso de Martínez resalta la necesidad de medidas más efectivas para prevenir y sancionar la violencia de género, así como la importancia de que las víctimas cuenten con redes de apoyo y protección. Mientras tanto, los menores involucrados fueron puestos bajo la custodia de su padre biológico, alejándolos del entorno de violencia al que estuvieron expuestos.
Op: Juan Llarena
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