Condenan a 10 años de prisión a un policía sanjuanino por violencia de género y abuso sexual

El cabo primero César Bordón, integrante de la Policía de San Juan, fue condenado este lunes a 10 años de prisión efectiva por violencia física, amenazas y abuso sexual contra una mujer con la que mantenía una relación. El fallo fue emitido por el juez de garantías Juan Gabriel Meglioli, tras un juicio oral que se extendió durante una semana.

Bordón enfrentó cargos por lesiones leves agravadas por el vínculo, amenazas agravadas por el uso de arma de fuego y abuso sexual con acceso carnal, delitos que la fiscalía y la querella consideraron acreditados a través del testimonio de la víctima y las pericias médicas y psicológicas incorporadas al expediente. Antes de escuchar el veredicto, el imputado tuvo la posibilidad de hablar, pero decidió abstenerse.

El proceso fue impulsado por el fiscal Roberto Ginsberg y la ayudante fiscal Yanina Márquez, de la UFI CAVIG. La querella, representada por los abogados Guillermo Toranzo y Agustín Idemi, había solicitado también una pena de 10 años, destacando la gravedad de los hechos y el rol de funcionario policial del acusado. La defensa, a cargo de Fernando Bueno, pidió su absolución y cuestionó la credibilidad del relato de la denunciante.

La causa se inició en marzo de 2023 con la primera denuncia presentada por la víctima, quien relató episodios reiterados de violencia desde 2018. En noviembre de ese mismo año, amplió su declaración incorporando nuevos hechos. Inicialmente, el fiscal Mario Panetta había solicitado el sobreseimiento del policía por considerar que no había pruebas suficientes, decisión que fue avalada por el juez Federico Rodríguez. Sin embargo, tras la apelación de la querella, el juez de Impugnación Renato Roca revocó el fallo y ordenó reabrir la investigación.

Durante el debate oral declararon la víctima, el médico legista, un psicólogo y varios testigos del entorno, quienes reforzaron la acusación. Bordón, que llegó al juicio en libertad, negó todos los hechos.

Tras conocerse la sentencia, el juez Meglioli ordenó su inmediata detención, y el ahora condenado fue trasladado a un calabozo. En los próximos días será derivado al penal de Chimbas, donde deberá cumplir la pena impuesta.