Con la fórmula que vetó Javier Milei, la jubilación mínima sería de $317.000
La historia reciente de las jubilaciones
De acuerdo con la Fundación Eforo, las jubilaciones mínimos evolucionaron del siguiente modo desde 2010:
- Previo a la reforma de 2017, se observa una tendencia oscilante pero creciente en el haber jubilatorio mínimo, con valores que fluctúan entre $275.449 en agosto de 2010 y un pico máximo de $443.136 en septiembre de 2013.
- A partir de la reforma de 2017, el haber jubilatorio mínimo mostró una tendencia decreciente en términos reales, iniciando con un valor de $430.211 en septiembre de 2017 y descendiendo gradualmente hasta un valor de $364.844 en agosto de 2018.
- La reforma de enero de 2021 introdujo la actualización del haber jubilatorio si se toma como referencia tanto la evolución de los salarios como la recaudación tributaria. De un valor de $332.107 en febrero de 2020, el haber jubilatorio mínimo continuó su descenso hasta alcanzar los $280.364 en noviembre de 2022. La implementación de la reforma de 2021 no evitó la erosión del poder de compra de los jubilados.
- El mecanismo vigente de movilidad establecido por el DNU 274/2024 determina que la actualización del haber jubilatorio mínimo se realice únicamente en función de la inflación pasada.
Los valores proyectados para 2024 y 2025, bajo este decreto, muestran una estabilización en torno a los $230.572 en diciembre de 2024 y $232.205 en diciembre de 2025. Estos valores se mantienen en niveles considerablemente bajos comparados con los picos históricos previos a 2018.
¿Cómo se comporta el gasto previsional en función de cada fórmula?
En función de los antecedentes, los expertos consideran que la fórmula de actualización que se aprobó en 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, tendía a disminuir los efectos del ciclo económico. Cubría el 70% de la inflación y el 30% de la variación salarial. Por lo tanto, si la inflación baja, se compensa con la parte de incremento salarial. Las diferencias entre picos y valles de gasto tienden a aplanarse manteniéndose en un rango acotado en función del PBI. Es la misma fórmula que votó la oposición.
La fórmula anterior a la de la reforma de 2017, que fue la que rigió entre 2021 y 2023, tenía un componente de recaudación fiscal y otro de variación salarial. Como consecuencia, en un ciclo recesivo de la economía se profundiza la caída del gasto y de los haberes, mientras que, durante los períodos de expansión económica, tiende a incrementar el gasto, ya que suben la recaudación de impuestos y los salarios. Es decir que toda mejora fiscal se debería cursar para abonar jubilaciones, lo que se torna insostenible para el sistema en su conjunto.
La fórmula vigente actual por un DNU, tiende a consolidar el gasto en un nivel de PBI, independientemente de si los salarios mejoran y si hay mayores recursos fiscales. Los haberes se recuperan en tanto baje la inflación, ya que se ajusta con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de hace dos meses. Pero, mientras la inflación suba, los haberes perderán poder de compra.
Fuente: ÁMBITO
Por: Graciela Herrera
Los comentarios están cerrados.