El gobierno colombiano convocó a un acto este lunes en conmemoración de la firma del Acuerdo de Paz entre Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el Teatro Colón de Bogotá. En él participaron el presidente, Gustavo Petro, su par de Kosovo, Vjosa Osmani, representantes de víctimas y sobrevivientes, y los premios Nobel de la Paz Denis Mukwege y Juan Manuel Santos, expresidente colombiano.

El hecho forma parte de la celebración del octavo aniversario del arreglo de paz con la exguerrilla, que tuvo una primera instancia en la capital noruega de Oslo el 4 de noviembre, y luego un acto oficial en la Plaza de Bolívar, en la capital colombiana, presidido por Petro el jueves pasado.

Un acuerdo exitoso

El acto en el teatro ocupa un lugar simbólico importante, al celebrarse en el mismo lugar donde se firmó oficialmente el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, aquel 24 de noviembre de 2016.

Durante su presentación del lunes, el entonces presidente pidió al gobierno de Petro acelerar la implementación, además de remarcar que el pacto original no solo buscaba el fin del conflicto sino «la transformación de las condiciones que lo originaron».

«El acuerdo está vigente gracias al compromiso de víctimas, firmantes de paz, de líderes sociales, de nuestras Fuerzas Militares y de Policía, del Estado, de los empresarios, de la sociedad civil y de la comunidad internacional», dijo Santos en un mensaje difundido en sus redes sociales previo al acto.

Una paz a medio cumplir

Durante el acto del jueves pasado, el actual presidente colombiano consideró que el Acuerdo de Paz se encontraba «incompleto», debido a la lentitud de su implementación. «El texto del Acuerdo de Paz, declaración unilateral de Estado, está a medio llenar, a medio cumplir», expresó Petro.

El mandatario colombiano señaló que su gobierno siempre empujó para acelerar la implementación del pacto, pero que este depende también de otros actores armados que aún están en vilo, y que forman parte del programa de Gobierno denominado Paz Total. Desde que se firmó la paz más de 430 exguerrilleros fueron asesinados, lo que constituye uno de los mayores obstáculos para la implementación del acuerdo.