El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio «Chiqui» Tapia, ha vuelto a demostrar su devoción y gratitud a la Difunta Correa, una figura de gran importancia en la cultura popular de San Juan. Tapia visitó el paraje de la Difunta Correa en Caucete, San Juan, para cumplir su promesa de llevar la Copa América, recientemente ganada por la Selección Argentina, en agradecimiento por el triunfo.
El pasado 14 de julio, la Selección Argentina logró una emocionante victoria contra Colombia en la final de la Copa América, consolidando así un hito más en la historia del fútbol argentino. Fiel a su costumbre de agradecer por los éxitos deportivos, Tapia llevó la copa al santuario de la Difunta Correa, a quien había prometido visitar tras el triunfo.
Tapia, nacido en San Juan, ha realizado este gesto en varias ocasiones, llevándole también la Copa del Mundo y la Copa de la Finalíssima en años anteriores. La devoción hacia la Difunta Correa es una tradición arraigada en la región, y muchos creen en su intercesión para obtener favores y protección.
Nacif Farías, presidente de la Federación Sanjuanina de Fútbol, capturó las imágenes del emotivo momento en el que Tapia presentó la Copa América ante la Difunta Correa. Las fotografías muestran a un Tapia conmovido y agradecido, reafirmando su compromiso y fe en la Difunta.
La Difunta Correa, una figura semilegendaria, es venerada en la provincia de San Juan y otras partes de Argentina. Se dice que falleció de sed en el desierto mientras buscaba a su esposo, y que su hijo sobrevivió milagrosamente al amamantarse de su pecho. Su tumba se ha convertido en un lugar de peregrinación y devoción popular, donde los creyentes dejan ofrendas en agradecimiento por los favores
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