Laudelina mencionó a Méndez expresamente en su relato, que se produjo durante cinco horas, más allá de la medianoche del martes. Entre varios puntos, relató lo que, para ella, sería la única versión posible de la desaparición de su sobrino. Asegura que su marido, Bernardino Benítez, lo lleva al chico ya malherido a la estructura donde se encontró una serie de trapos, la “tapera” derruida del caso. De allí, se lo lleva Carlos Pérez, el único que tenía un auto.

Allí, en la tapera, habría estado Méndez. Laudelina afirmó que el policía era quien esperaba a “Fierrito” y a Benítez en el lugar, un nexo con el marino retirado Pérez para que se lleve al chico en la Ford Ranger.