Caos en el microcentro: hombre irrumpió en un hotel y amenazó con arrojarse mientras gritaba invocaciones satánicas

El hecho ocurrió en la intersección de Entre Ríos y Rivadavia, donde el sujeto, fuera de sí, generó pánico entre peatones y clientes de una cafetería. Fue reducido por la Policía y asistido por personal médico. No descartan que estuviera bajo los efectos de drogas o en medio de un brote psicótico.

La tranquilidad del microcentro sanjuanino se vio interrumpida la tarde de este lunes cuando un hombre comenzó a gritar e invocar a Satanás desde el balcón de un hotel, generando momentos de tensión y sorpresa entre transeúntes y clientes de los comercios de la zona.

El hecho ocurrió minutos después de las 20, en un establecimiento ubicado en la intersección de calle Entre Ríos y Rivadavia. Según informaron fuentes policiales, el sujeto, de entre 30 y 40 años, ingresó por la fuerza al hotel y subió rápidamente las escaleras. Desde una ventana en el segundo piso, comenzó a gritar frases incoherentes, mencionando reiteradamente el nombre de Satanás, lo que alertó a las personas que circulaban por el lugar.

Clientes de la cafetería situada en la planta baja y peatones que transitaban por la zona llamaron inmediatamente al 911, ante el temor de que el hombre intentara arrojarse al vacío.

 

En pocos minutos, varios patrulleros llegaron al lugar y los efectivos lograron controlar la situación. El individuo, visiblemente alterado, confesó entre gritos que había cometido “hechos ilícitos” y que su intención era atentar contra su vida. Incluso llegó a pedir perdón, según relataron testigos presentes.

Ante la posibilidad de que estuviera bajo los efectos de alguna sustancia o sufriendo un delirio místico, se convocó a personal de Emergencias Médicas, quienes intervinieron para calmarlo y trasladarlo a un centro asistencial para su evaluación.

La Policía continúa investigando las circunstancias del episodio. No se descarta que el hombre haya actuado bajo un fuerte brote psicótico o como consecuencia del consumo de estupefacientes.


El inusual hecho generó gran conmoción y dejó atónitos a quienes fueron testigos de la escena, en una de las zonas más transitadas de la ciudad.

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