Calingasta, a oscuras y sin respuestas: vecinos cuestionan a Naturgy por cortes y atención centralizada

Apagones prolongados, baja tensión y dificultades para realizar reclamos reavivan el malestar en el norte calingastino, donde denuncian un servicio deficiente y piden sanciones más duras y obras estructurales.

La crisis energética en Calingasta volvió a quedar expuesta este fin de semana tras un nuevo corte de energía que afectó a la zona norte del departamento durante casi tres horas. El apagón se produjo el domingo 28 de diciembre a las 17:28 y se extendió hasta las 19:44, mientras que en Barreal se registraron episodios de baja tensión e intermitencias en el suministro.

Más allá de la interrupción del servicio, el foco del reclamo vecinal volvió a apuntar contra la empresa Naturgy por las dificultades para dar aviso del corte. En localidades como Tamberías, donde no hay señal de telefonía celular ni canales alternativos de contacto, un vecino debió comunicarse al 0800 desde otra zona para alertar sobre la falta de energía.

Si bien la atención recibida fue calificada como correcta, generó sorpresa que el operador no tuviera conocimiento de la geografía sanjuanina y atendiera con marcado acento porteño, lo que alimentó las sospechas de que el call center de la empresa funciona en Buenos Aires. “Necesitamos alguien que sepa que Villa Nueva o Puchuzum son localidades de Calingasta y no calles de la Capital”, expresaron los vecinos.

La falta de un canal de atención por WhatsApp adaptado a la realidad del departamento es otro de los reclamos reiterados. Según explicaron, esa posibilidad permitiría acortar significativamente los tiempos de respuesta. En el último corte, el lapso entre el aviso y la llegada de la cuadrilla desde Villa Calingasta fue determinante para que la interrupción se extendiera casi tres horas. “Con WhatsApp, el problema se podría haber resuelto en media hora”, sostienen.

Los cuestionamientos a Naturgy no son nuevos. En Nochebuena, por ejemplo, se registraron bajas de tensión en Barreal y cortes que afectaron a unos 100 usuarios entre las 19:30 y las 22:45, en calles Huarpes, Gualino y zonas aledañas, profundizando el malestar en fechas sensibles.

En paralelo, los vecinos comenzaron a recibir notificaciones del Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) con copias de las primeras multas aplicadas a la distribuidora y el anuncio de bonificaciones en las facturas por mala calidad del servicio. El 18 de diciembre, el organismo emitió la Resolución 1080/25, que sanciona a Naturgy por 35 cortes que totalizaron más de 39 horas entre abril y septiembre en Barreal.

Si bien las sanciones surgieron a partir de reclamos individuales, el EPRE constató que se trató de cortes generales en toda la localidad, por lo que las bonificaciones se extenderán a otros usuarios afectados. En este contexto, los vecinos pedirán que todas las multas originadas en reclamos individuales se generalicen automáticamente a la totalidad de cada localidad, y que sea la empresa la que deba demostrar que un corte no fue masivo.

Otro eje del reclamo apunta al plan de obras que analiza el EPRE. Aunque la propuesta contempla la automatización de estaciones distribuidoras para reducir tiempos de reconexión, los vecinos la consideran insuficiente. Señalan que no aborda las causas de fondo de los cortes, como líneas que atraviesan fincas privadas, interferencias con el arbolado público o cables antiguos sin recubrimiento adecuado.

Durante una reciente reunión del Comité de Seguimiento y Control, solicitaron evaluar alternativas como la construcción de una nueva línea eléctrica en el cruce de Los Pioneros sobre el río de los Patos, el cableado subterráneo en zonas patrimoniales y una mayor incorporación de mano de obra y proveedores locales. También plantearon la necesidad de una futura interconexión con Uspallata, aprovechando obras previstas en Mendoza, para reducir el aislamiento energético del valle.

Mientras tanto, en Calingasta la sensación es de cansancio. Apagones recurrentes, reclamos complejos y respuestas lejanas refuerzan la percepción de un servicio que, según los vecinos, sigue sin adaptarse a las particularidades de uno de los departamentos más alejados de la provincia.

Op: Juan Llarena

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