“Cada municipio tiene que hacer su esfuerzo, como lo hice yo” Orrego incomoda a los intendentes

En un contexto económico tenso y con las cuentas públicas en el centro del debate, el gobernador Marcelo Orrego envió este miércoles un mensaje directo a los intendentes de San Juan. En una rueda de prensa, el mandatario les pidió "orden, previsibilidad y responsabilidad" en la administración de sus recursos, al tiempo que dejó una advertencia: “Hay municipios con superpoblación” de empleados.

El comentario, que generó repercusiones inmediatas, surgió tras ser consultado sobre el pago del bono de $80.000 acordado por el Ejecutivo provincial con los trabajadores estatales no docentes. El beneficio, que se suma a un 3,7% de aumento salarial correspondiente a la inflación de marzo, representa un desafío para muchas comunas que, según se desprende de las palabras del gobernador, podrían no estar en condiciones de afrontarlo.

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“Cada municipio tiene que hacer su esfuerzo, como lo hice yo”, sostuvo Orrego. “Cuando asumí, reduje un 35% los cargos políticos y unas 5.000 personas quedaron desafectadas porque estaban nombradas de forma irregular. Cada uno debe hacer lo suyo”.

Señal de alerta: ¿cuántos empleados tienen los municipios?

Aunque no precisó qué departamentos están en la mira, la afirmación de que existen municipios con una planta de personal sobredimensionada no pasó inadvertida. La preocupación gira en torno a la sustentabilidad del gasto corriente y a la capacidad de cada administración local de sostener sus estructuras sin depender de asistencia extraordinaria del Gobierno provincial.

“Esto se trata de rendirle cuentas a la gente todos los días”, remarcó Orrego. “Hay municipios que tienen una superpoblación y eso lo vamos a dar a conocer. No podemos llegar a ese grado”.

Las declaraciones abren un nuevo capítulo en la relación entre Casa de Gobierno y los jefes comunales, que hasta ahora habían mantenido un diálogo fluido, aunque con tensiones latentes por el reparto de recursos.

Qué implica esta postura

En los hechos, el gobernador cerró la puerta a una ayuda financiera automática para que los municipios puedan pagar el bono extraordinario. La medida representa un giro importante en la lógica de distribución de fondos y pone en evidencia una nueva estrategia del Ejecutivo: exigir a los intendentes una gestión más eficiente y austera, en línea con el ajuste que ya se aplicó a nivel provincial.

Esta postura también podría traer consecuencias políticas. Varios jefes comunales vienen advirtiendo en off que la caída de la coparticipación, la suba de precios y el congelamiento de la obra pública nacional los tiene al límite, y ahora suman un nuevo problema: el costo de un bono que, aunque legítimo para los trabajadores, resulta difícil de afrontar con las finanzas actuales.

¿Qué pasará con los municipios?

En el corto plazo, se espera que algunos intendentes salgan a responder o, al menos, a aclarar sus números, en un intento por desmarcarse de la generalización. En paralelo, el Gobierno podría avanzar en la elaboración de un informe sobre el personal en cada comuna, algo que Orrego dejó entrever al decir que “eso lo vamos a dar a conocer”.

De concretarse, ese informe podría convertirse en una herramienta de presión, pero también en un insumo clave para diseñar una nueva política de empleo público en los municipios, un tema que históricamente ha sido sensible en San Juan.

Por ahora, el gobernador marcó la cancha. Y dejó claro que en su agenda de prioridades, la eficiencia del gasto estatal será una bandera que no piensa soltar.

POR LIC. EUGENIA VILA

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