Esta semana y luego del desastroso debate con Trump, el presidente Joe Biden le sugirió a un grupo de gobernadores demócratas aliados que reducirá sus actividades nocturnas debido a que debe conciliar de una mejor manera el sueño.
Sus últimas actuaciones en los eventos públicos despertaron numerosos rumores acerca de su estado de salud, incluso entre propios dirigentes y militantes demócratas que hasta el momento parecían hacer oídos sordos de la situación que estaba ocurriendo.
Luego del debate y de una serie de discursos de campaña en los cuales se notó el deterioro de las capacidades cognitivas del presidente, una junta de gobernadores le pidió una reunión especial para hablar de su estado de salud, y Biden les admitió que sus facultades mentales no se encuentran en óptimas condiciones.
Alrededor de 24 gobernadores de estados demócratas se unieron en una reunión el pasado miércoles en la Casa Blanca, en la cual el máximo representante del estado de Hawaii, Josh Green, realizó una pregunta a Biden acerca de su salud, a la cual el presidente respondió que físicamente se encuentra bien, pero posee problemas con su salud mental.
Desde el entorno de Biden aclararon que las mismas habían sido realizadas a tono de broma, pero los gobernadores no lo sintieron así, ya que a la prensa le dijeron que estaban preguntándose seriamente si es la mejor decisión que el actual presidente se mantenga en la carrera presidencial de cara a noviembre.
Uno de los miembros del partido que se ha mostrado preocupado en gran medida, fue el diputado de California Scott Peters, quien cuestionó de manera absoluta las posibilidades que pueda tener Biden de ganar las elecciones presidenciales.
A su vez, la diputada del estado de Michigan Debbie Dingell, se mostró extremadamente desencantada con los sucesos, asegurando que el trabajo del presidente es probarle a la población que está apto para hacer su trabajo.
Sin embargo, algunos aliados más cercanos a Biden, defendieron los dichos del presidente, como el gobernador de California, Gavin Newsom, que la está jugando de callado porque es uno de los grandes candidatos a reemplazar a Biden si es que el mandatario decide declinar su candidatura, quien se refirió a los dichos de Biden como algo «retórico» debido al gran nivel de estrés que el presidente ha tenido en las últimas semanas.
En la misma sintonía el portavoz del presidente, Kevin Munoz, defendió los dichos de Biden señalando que muchos presidentes anteriores tenían horarios parecidos en cuanto a cuestiones de agenda y descanso, como el ejemplo de George Bush (hijo) quien se iba a dormir a las 9 de la noche.
Los actos en los que Biden ha preocupado al público han incrementado en los últimos meses, ya que son cada vez más frecuentes y graves, como lo fue en el último debate donde balbuceó y dio respuestas incoherentes durante las 2 horas que duró el encuentro.
Otro notable episodio se dio la pasada semana en una entrevista con la estación radial «Philadelphia Wurd» en la cual aseguró que se sentía orgulloso de ser «la primera mujer negra en servir como vicepresidente de un presidente negro» tomando una posición completamente abstracta de la realidad y mezclando personas como su vicepresidente Kamala Harris y su antiguo jefe Barack Obama.
Frente a un gran descontento en la militancia del Partido Demócrata, sumado a las pobres actuaciones cada vez más frecuentes, la campaña presidencial de Joe Biden parece encaminarse a un desastre electoral frente a un Donald Trump cada vez más envalentonado y poderoso en las encuestas que promete tener una buena contienda electoral.
Por: Rodo Galdeano
Fuente: Derecha Diario
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